"Con las demoliciones puede pasar como en el cuento del lobo"

Como presidente de las federaciones nacional y andaluza de promotores de turismo residencial, Ricardo Arranz, tiene voz acreditada en la difícil encrucijada de devolver la normalidad urbanística a Marbella. Defiende a su colectivo genéricamente y recuerda que hasta ahora no se han probado implicaciones en casos de corrupción. Cree que habrá algunas demoliciones, pero aconseja que no se hable tanto de ellas hasta que no haya una situación real para no crear alarma y que no ocurra como en el cuento del lobo.

Pregunta. Los promotores han sido partícipes en los casos de corrupción en Marbella.

Respuesta. Yo no diría que hemos colaborado con la corrupción, hemos colaborado con la creación de riqueza y de empleo, y no es quitarme la espina. Marbella, por el futuro que tenía, atraía a la mayoría de las empresas inmobiliarias del país, y había unas reglas del juego puestas por el Ayuntamiento. Pienso que los corruptos siempre han sido los que han estado con el lápiz en la mano, muchas empresas tienen desarrollos en otros municipios y no tienen estos problemas.

"El empresario necesita urgentemente tener un plan general, unas reglas del juego"

P. Pero esas reglas del juego del Ayuntamiento eran precisamente saltarse la legalidad urbanística. ¿Por qué nunca hubo una denuncia de los promotores?

R. Desde la federación siempre hemos tenido cautela y nos consta que la mayoría de los convenios eran muy limpios y que de ninguna forma había alguna actuación ilegal. Los casos judiciales abiertos son por saqueo del Ayuntamiento. Los convenios se firmaron con toda la pulcritud que se podía firmar, lo que no podíamos pensar es que el dinero que ingresaba en el Ayuntamiento salía porque llegaban unas facturas falsas, en eso somos ajenos los promotores.

P. Hay promotores que no han cumplido órdenes judiciales de paralización de obras.

R. Es una cuestión evidente, lo que no se es si estaban en connivencia o no con el Ayuntamiento. Los procesos judiciales han sido muy lentos y el Ayuntamiento no paró las obras. La federación en este sentido no tiene nada que decir, hay que respetar todo lo que la ley diga, y siempre estaremos a favor de que sea así.

P. ¿Cómo se puede normalizar la situación de Marbella?

R. Creo que hay dos fórmulas a desarrollar. Primero aplicar la ley para que las cosas se hagan correctamente, pero por otra parte no podemos olvidar que la ciudad necesita mucha credibilidad y mucha imagen. Tiene que haber una inversión en imagen para que no se venga abajo. Las decisiones judiciales y políticas para enderezar las cosas mal hechas se tienen que ejecutar.

P. ¿Y si esas medidas incluyen demoliciones?

R. Hablar de demoliciones y de 30.000 viviendas ilegales son palabras mayores. Nuestra posición es clarísima, si la justicia entiende que tiene que haber demoliciones que las haya, pero lo que creo que no hay que hacer es anunciar que viene el lobo, y hacerlo justo en su momento, para que tenga el impacto del día que se haga. Sería muy desagradable anunciar que viene el lobo y que luego pase de largo. La decisión En ningún momento decimos que no haya demoliciones, sino que es una decisión que corresponde a los ámbitos judicial y político. Y desde la responsabilidad política creo que es conveniente también que se diga que el Estado puede tener la responsabilidad de indemnizar. Todo esto tiene una doble vertiente.

P. ¿Usted cree que las habrá?

R. Creo que de las 30.000 viviendas ilegales, un porcentaje altísimo es susceptible de legalizarse a través del nuevo plan general, y así se debería decir para crear tranquilidad y no levantar alarma. Del porcentaje de situaciones ilegalizables, que la propia Junta reconoce que es pequeño, en torno al 15%, gran parte podrían ser corregidas y luego quedaría la decisión de tirar lo que ya no quede otro remedio. La responsabilidad política debía aclarar esto, esa es la normalidad que pedimos. Venimos de un urbanismo de terror y ahora se van a intentar hacer las cosas lo mejor posible

P. El avance del PGOU planteaba una serie de compensaciones para legalizar la mayoría de las situaciones irregulares. ¿Están dispuestos los promotores a esas compensaciones?

R. Me consta que la mayoría de los empresarios que tienen convenios firmados y aún no han construido estarían dispuestos a llegar a acuerdos con los nuevos responsables municipales. Respecto a las viviendas ya realizadas, imagino que entraremos en crispaciones jurídicas que no se donde nos van a llevar, el empresario querrá defender su convenio, sus licencias. Supongo que habrá procedimientos judiciales complicados y complejos. Lo que debemos es ser cautos hasta que se produzcan esas resoluciones judiciales.

P. ¿Qué aprendizaje se saca de toda esta situación?

R. Pues siempre se ha dicho que una licencia de obras municipal es sagrada, pero ahora hemos visto que no es ningún paraguas. Habrá que pedir más responsabilidad a los políticos de turno por dar estas licencias mal. Sin querer arrimar el ascua a mi sardina, tengo que decir que nadie se gasta un duro y hace un proyecto en un sitio donde el Ayuntamiento le diga que no se puede hacer, ni ninguna entidad financiera da un duro para ello. Si un empresario ha hecho una actuación es porque creía que tenía suficiente seguridad jurídica, y no solo los empresarios, ha habido notarios, registradores, entidades bancarias, que nos guste o no nos guste han creído en ese proyecto.

P. Todos han sacado provecho de la situación

R. El tema empresarial sin lugar a dudas es económico, y todo el mundo funciona de cara a la posibilidad de tener unos beneficios, y aquí se pueden convertir en pérdidas. Hay mucha gente implicada. Ha habido muchos impuestos de IBI, IVA, transmisiones patrimoniales que se han obtenido en todos estos procesos que ahora son susceptibles de ser ilegales.

P. ¿Cree que la Junta debe aprovechar este año para aprobar el PGOU o esperar a que lo haga la nueva corporación?

R. Tengo dos opiniones contradictorias. El empresario necesita urgentemente tener un plan general, saber cuales son las reglas del juego, y diría que tiene que aprobarse ya, mañana. Pero como ciudadano entiendo que el gobierno que se elija dentro de un año debe intervenir en definir como va a ser el desarrollo de la ciudad.