Los pequeños comerciantes afirman que han perdido 370 millones por los parquímetros
La confederación de empresas minoristas reclama la extensión de la tarjeta naranja
El servicio de estacionamiento regulado (SER) está ahogando al comercio del centro de la capital. Así lo afirmó ayer Salvador Bellido, presidente de la Confederación General de Pequeñas y Medianas Empresas (Copyme), que explicó que los parquímetros ejercen un efecto disuasorio sobre los clientes, del que se benefician las grandes superficies. Este hecho provocó en 2005 la pérdida de unos 370 millones de euros al pequeño comercio. Bellido exigió además la extensión a todos los comerciantes de la tarjeta de color naranja, que permite estacionar durante un máximo de cinco horas a los conductores de vehículos industriales. El Ayuntamiento declinó comentar estas afirmaciones.
Bellido explicó, junto al presidente de la Asociación de Vecinos de Carabanchel Alto, Juan Fernández, que las ventas de los pequeños comercios descienden en la misma medida que aumentan las de los grandes centros comerciales -que cuentan con aparcamientos propios que no están vigilados por los controladores municipales-, ante las restricciones de aparcamiento que impone el SER. "Los clientes tienen que hacer un doble gasto: el del recibo de aparcamiento y el de la multa que ponen los controladores si sobrepasan el tiempo de estacionamiento permitido que es escaso", afirmó.
El presidente de los pequeños y medianos comerciantes propuso una serie de medidas para minimizar las pérdidas de sus asociados, entre las que citó que vuelvan a estudiarse las zonas regidas por el SER y que la tarjeta naranja sea ampliada a los comerciantes y autónomos. Este distintivo anaranjado fue implantado por el Ayuntamiento tras firmar un convenio con varias asociaciones empresariales. Según la portavoz de Movilidad, permite a los titulares de vehículos industriales (que están registrados como tales) aparcar un máximo de cinco horas al día, previo pago de 350 euros anuales.
Copyme planteó también que sea duplicado el tiempo de aparcamiento, con igual coste, en las plazas azules y verdes, y que los parquímetros dejen de funcionar los viernes a partir de las tres de la tarde. También entre el 15 de julio y el 15 de agosto.
Entre las medidas reclamadas también está una petición al Ayuntamiento de Madrid para que construya más aparcamientos subterráneos para residentes. Bellido recalcó que "la imprevisión urbanística que ha reinado en la ciudad en los últimos 50 años" impide solucionar la situación actual "en cuatro o cinco años, como pretende el gobierno municipal".
El concejal socialista Pedro Sánchez aseguró ayer que estas afirmaciones de Copyme son la prueba de que el equipo de gobierno de Alberto Ruiz-Gallardón ha incurrido en una "gran falacia". "Decían que los vecinos y comerciantes de las primeras zonas del SER estaban satisfechos y que por eso extendían los parquímetros, y no es verdad", subrayó el edil socialista. "No hay más que hablar con las asociaciones de comerciantes del centro para escuchar que les han hecho una faena".
Según Sánchez, estos pequeños empresarios vienen quejándose de que el estacionamiento regulado es una nueva carga impositiva para sus comercios. "Nosotros entendemos y compartimos su problema", recalcó.
"Por eso, como ha dicho hoy [por ayer] la portavoz socialista Trinidad Jiménez, quitaremos el SER si ganamos las elecciones municipales en 2007", señaló el edil. Éste agregó que lo harán con la intención de elaborar un plan de Movilidad en la ciudad en el que se estudien las necesidades reales de aparcamiento. "Para extender luego los parquímetros sólo a las zonas realmente demandadas por vecinos y comerciantes", dijo.
Desde las filas de IU, el concejal Julio Misiego planteó que las cifras manejadas por Copyme son cuestionables y no están contrastadas por otros estudios. "No es una ciencia exacta que se produzcan pérdidas en las ventas por reducir el tráfico", explicó. "Hay ejemplos de zonas peatonales en toda la región, donde se han implantado medidas de dinamización comercial, de especialización del comercio, que no implican necesariamente una bajada en las ventas", recalcó.
Misiego recordó que su grupo municipal siempre ha defendido políticas para "moderar y pacificar el tráfico en el centro de la ciudad y que sea limitada la entrada del vehículo privado". El concejal de IU abogó por que cualquier medida a adoptar sobre el tráfico sea antes consensuada y fruto del diálogo con los agentes sociales. "Sobre todo, hay que escuchar a los vecinos", subrayó.
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