El Museo Euskal Herria de Gernika reabre sus puertas tras la reforma

Recién remozado, con su colección ampliada y una nueva distribución de contenidos, el Museo Euskal Herria de Gernika (Allendesalazar, 5) rebrió ayer sus puertas para mostrar "la huella de un pueblo". El Palacio Alegría, rodeado por jardines y por el parque de los Pueblos de Europa, contiene ahora cerca de 800 piezas, entre maquetas, mapas, pinturas, grabaciones musicales, audiovisuales y objetos diversos que recorren la historia y la cultura de Euskal Herria.

El Palacio Alegría, un edificio barroco que no fue afectado en 1937 por el bombardeo de la Legíon Cóndor, acoge los contenidos del museo con una presentación totalmente renovada. Desde 1991, la Diputación de Vizcaya ha presentado en su interior una visión de la historia, las formas de vida y la cultura vascas, pero el proyecto de reforma -que ha supuesto una inversión de 540.000 euros en dos años- han transformado totalmente su apariencia.

La planta baja y la primera recogen ahora la colección de una manera tradicional. La segunda planta, en cambio, ha adquirido un aspecto más moderno para mostrar nuevos bloques temáticos, dedicados a los deportes vascos, la música, el euskera o la gastronomía con el apoyo de montajes multimedia. Además, el centro ha ampliado sus instalaciones con la reforma de las viejas caballerizas del palacio, que ahora disponen de un sala de exposiciones temporales. Hasta el próximo 2 de noviembre, este espacio mostrará una colección de fotografías de Euskadi realizadas por el navarro Xabi Otero.

La diputada de Cultura, Belén Greaves, presentó ayer la nueva cara del centro coincidiendo con la celebración del Día Internacional del Museo. En 2005, sus instalaciones recibieron a 18.414 visitantes, parte del total de 1.384.668 personas que entraron en los museos vizcaínos a lo largo de todo el año. El centro artístico más visitado fue el Guggenheim, que contabilizó casi el 70% de esas visitas. Por detrás se situaron el Bellas Artes de Bilbao (142.067) y el Museo Marítimo Ría de Bilbao (115.235).

Maqueta y mapas

Una maqueta que reproduce la distribución de una población rural vasca recibe a los visitantes en el Museo Euskal Herria. El punto fuerte de la planta baja, dedicada a presentar el territorio y la arquitectura tradicional, es el espacio dedicado a la cartografía, en el que se exponen mapas realizados desde el siglo XVI.

Las salas del primer piso muestran los contenidos históricos. Las pinturas y grabados sirven de nexo de unión a un recorrido que va presentando a través de paneles los acontecimientos más significativos en la configuración de los territorios vascos. La exposición dedica una sala a la presencia en el mundo, mostrando los principales flujos migratorios, y un espacio a la abolición de los fueros en el siglo XIX, que finaliza con una escueta referencia al actual Estatuto.

La tercera planta es más imaginativa. El equipo de arquitectura de Luis Peña Ganchegui ha utilizado paneles de madera para marcar el recorrido por las zonas dedicadas al euskera, los mitos y las creencias, la música culta y populas, los deportes y la gastronomía. Allí se pueden escuchar las composiciones de Arriaga y Guridi, entre otros, descubrir una txalaparta, ver una galería de retratos de escritores, sentirse inmerso en un partido de pelota o conocer los fundamentos de la cocina vasca. En esta última se suceden las recetas tradicionales, pero también las imágenes de los mejores cocineros actuales.

[Los museos alaveses dependientes de la Diputación, sin incluir el Artium, registraron hasta el pasado mes de abril un total de 51.326 visitas, un 20% más de las registradas en el mismo periodo del año anterior].