Lucha final en la Liga

La última jornada de Liga depara un emocionante epílogo. Real Madrid y Valencia se juegan el subcampeonato en sus visitas al Sevilla y Osasuna, respectivamente, que a su vez se disputan la última plaza de Champions. Para Madrid y Valencia está en juego escapar de la fase previa de la Liga de Campeones, lo que supone más descanso para los jugadores y más ingresos por giras para los clubes. "Queremos ser segundos porque apenas hemos tenido vacaciones", aclaró ayer Casillas. El Madrid lo conseguirá si mantiene su punto de ventaja sobre el Valencia: empatados, el equipo de Quique sería subcampeón por mejor balance de goles. La misma ventaja disfruta Osasuna frente al Sevilla.

"Lo mejor de la Liga es que se acaba", resumió Casillas; "el equipo no ha ganado nada y se ve reflejado en una crisis en la que todos opinan. No hay estabilidad. Espero que el nuevo presidente [hay elecciones el 2 de julio] se desviva por el club y dé tranquilidad. Hay que ilusionar al madrididismo. La temporada no ha sido buena ni para el club ni para la plantilla. El Madrid no puede aspirar al segundo puesto". El portero aseguró que el peor momento fue el 6-1 recibido en la Copa en Zaragoza: "Veníamos jugando bien, pero nos pasó un tren por encima". El técnico, López Caro, tiene un buen puñado de bajas. Gravesen, Ronaldo, Woodgate, Helguera y Cassano -con una sobrecarga de última hora- están lesionados, y Pablo García y Robinho sancionados. Zidane jugará su último partido con el Madrid.

El Sevilla, por el contrario, rebosa euforia tras ganar la UEFA en su centenario. "Pase lo que pase, la temporada es sobresaliente", afirmó ayer Juande Ramos, cuya continuidad está en el aire. "Yo no me quiero ir. Mi primera y única opción es el Sevilla, pero no me puedo cerrar ninguna puerta. El acuerdo no pasa por cobrar más o menos. Quiero ver si estamos en la misma línea sobre el proyecto deportivo", aseguró.

En el Valencia, la lucha por el segundo puesto se une a los cálculos de Villa y Cañizares por ganar el pichichi y el Zamora (sería el quinto del portero). Aimar y Moretti, lesionados, son baja en Pamplona, así como Kluivert, que cierra el curso como lo empezó, lastimado. "Tengo la sensación de jugarme la temporada en 90 minutos. Espero que el Sevilla haga sus deberes", dijo Quique. "Osasuna no tiene obligación de jugar la Champions, tienen poco que perder y están liberados de presión", añadió. El conjunto de Aguirre ha estado 32 jornadas entre los cuatro primeros. "Nadie imagina ser quintos. Tenemos un deseo enorme de culminar la temporada con la noche soñada. El grupo me da buenas sensaciones. Imagínate si tuviéramos la presión para seguir en Primera, te cagas para dentro. ¡Qué bonita presión y qué buen partido para disfrutar! Saldremos a ganar desde el minuto uno, a presionar, a meter ritmo. Jugaremos como las grandes noches de este equipo. Intentaremos que vuelva la magia", aseguró Aguirre, entrenador osasunista, que se despide hoy del club tras cuatro magníficos años.