El Mallorca aprovecha un plácido epílogo

Son Moix ha sido un estadio decisivo en la presente temporada. En este escenario se decidió la Liga, con la derrota del Valencia, y se precipitó el cambio de ciclo del Real Madrid. Ayer, sin nada en juego entre Mallorca y Zaragoza, Son Moix vivió su particular fiesta mayor. En los prolegómenos del partido, bailes, coros y bandas para celebrar la permanencia local por décima temporada consecutiva. Para el Zaragoza, aires de despedida en el que pudo ser el último encuentro de su entrenador, Víctor Muñoz. También dijo adiós Savio, con un gol de rebote que equilibró el primero de Arango. El Mallorca se impuso después por insistencia. Y poco más. Plácidamente cayó el telón de la Liga para los dos contendientes, que ya tienen sobre la mesa los apuntes para preparar la próxima campaña, con una mayor regularidad como objetivo común.