Henry: "Empecé en la calle y siempre me exijo más"
Almunia, portero suplente del Arsenal, llama sinvergüenza a Lehmann, el titular
Sus compañeros le llaman Titi.Nunca sonríe, pero ayer explicó por qué: porque sus orígenes humildes le impiden darse por satisfecho con lo que consigue. Por muy alto que llegue, Thierry Henry siempre quiere ir más allá. Ayer cambió su seriedad en el campo por la amabilidad al atender a decenas de periodistas en las instalaciones del Arsenal en Saint Albans, en la periferia norte de Londres. Y demostró sus dotes de políglota respondiendo lo mismo en inglés que en su nativo francés y en un divertido e incipiente italiano.
"Espero que sea un partido con goles y entretenido. Nos enfrentamos dos equipos únicos", afirmó Henry; "¿París es especial? Sí, pero no. Nací en París y eso lo hace especial, pero una final no importa dónde se juega, sino cómo acaba". ¿Por qué siempre parece enfadado?, le preguntaron. "Yo empecé a jugar en la calle y siempre me exijo mucho. Nunca, ni cuando marco un gol, estoy completamente feliz. Siempre me exijo más. En mis calles era fundamental ese carácter para sobresalir. Es mi manera de ser. No soy infeliz, pero juego muy serio. No importa dónde, en la calle o en un gran estadio, lo importante es cómo lo haces y yo me lo tomo muy en serio. Lo aprendí de mi padre, que siempre me exigía más. Esto lo he hablado con Cole y Campbell, que tienen orígenes parecidos a los míos. Es una cosa que caracteriza a los futbolistas de barrio. Parece que me enfado con los compañeros o con el equipo. Es el ansia de superación". "Ronaldinho se ríe y yo no", admitió; "eso no quiere decir que él no tenga espíritu ganador. Yo lo expreso a mi manera y él a la suya".
La estrella del Arsenal tuvo también cumplidos para Márquez, Deco y Eto'o. Pero sobre todo elogió el juego de equipo del Barça: "Son compactos, todos atacan y todos defienden".
Henry fue el protagonista de la jornada de puertas abiertas en el Arsenal. La sorpresa, sin embargo, la protagonizó el español Almunia, portero suplente, que no olvida el trato que recibió Lehmann la pasada temporada cuando Arsène Wenger apostó por él y sentó al alemán. "Ese chico me decepcionó mucho. Le guardo respeto porque es el titular, pero es mucho más raro que el resto de los porteros que conozco". Y remachó: "Ni le hablo ni le miro a la cara. Se ha de ser muy sinvergüenza para hacerme lo que me hizo el curso pasado. Salió diciendo que yo no tenía nivel para jugar en el Arsenal. Ahora, en cambio, está a su nivel más alto". Almunia dice que en el vestuario se habla poco de la final -"Wenger es poco comunicativo; hablará con los cracks; el que lleva las riendas es Pat Rice, su segundo"- y que en su equipo "nunca pasa nada, suceda lo que suceda y digas lo que digas": "En Madrid pegamos un pelotazo de la leche y superamos el mal rollo que vivíamos por las lesiones y el caso Campbell".
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