Cinco implicados en la matanza de Alzira se entregan a la policía

Cinco personas se entregaron ayer en una comisaria de Valencia por su supuesta relación con el tiroteo del pasado 31 de marzo en el que murieron 4 personas en una vivienda de Alzira. La policía condujo en la tarde de ayer a los cinco nuevos detenidos por esos hechos, cuatro hermanos y su madre, ante el juez de guardia de Valencia. El magistrado decretó el ingreso en prisión para uno de ellos y libertad provisional para el resto. Todos ellos quedan implicados por su relación con el crimen aunque la investigación, bajo secreto de sumario, desvelará el grado de participación y la acusación concreta.

El pasado 30 de marzo, en torno a las seis de la tarde, varios vehículos pararon a pocos metros del número 3 de la calle de Alonso Ojeda de Alzira, en el barrio de L'Alquerieta, donde reside la familia apodada Kung-fu. Entre ocho y doce personas se encaminaron a la vivienda. Iban, según los testigos, con gabardina, y llevaban escondidas varias armas. Llamaron a la puerta y después de abrirles, entraron y dispararon más de un centenar de tiros. Todos ellos están vinculados al clan de Los Manigua. Cuatro personas murieron, una de ellas cuando era trasladada al hospital. Otra resulto gravemente herida (hoy ya de alta de aquellas lesiones).

Según la policía, fue un enfrentamiento entre dos clanes gitanos y el detonante fue la custodia de un menor que vincula a ambas familias (de las que varios miembros están en prisión o tiene antecedentes por tráfico de drogas). Los familiares de las víctimas niegan la existencia de una disputa por un menor. La policía extiende los motivos de la masacre a un posible ajuste de cuentas por drogas y por el control de determinadas zonas de la comarca. Con el de ayer son nueve las personas ingresadas en prisión por estos hechos y otras ocho están en libertad provisional pero vinculadas con el crimen.

Según fuentes de la investigación y testigos de los hechos, en el asalto a la casa no sólo participaron miembros de la familia Manigua residentes en Alzira, sino que se desplazaron otros provenientes de al menos cuatro municipios de la comarca. La policía puso en marcha un dispositivo especial en colaboración con la Guardia Civil, pero aún no da por cerrado el caso.