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La publicación de dos novelas inéditas recupera la pasión creativa de Fernando Quiñones

Alianza Editorial saca a la luz en un volumen las dos obras del escritor gaditano

En un folio mecanografiado, en el centro del papel, un trazo de rotulador rojo rodea una palabra y una flecha conduce hasta una anotación escrita a mano en el margen en una letra menuda, casi ilegible. La línea roja se cruza con otra azul y varias del mismo color. Todo el folio está repleto de notas y líneas bicolores. La escritora y profesora Nieves Vázquez entró en este laberinto legado por Fernando Quiñones (Chiclana, 1930-1998). Son los borradores de dos novelas cortas, que habían permanecido inéditas, y que acaba de publicar en un mismo volumen Alianza Editorial.

Relata la hija de Fernando, Mariela Quiñones, que la publicación de estas dos obras, Los ojos del tiempo y Culpable o el ala de la sombra, partió de un momento casi mágico. Tras un acto cultural, paseaba junto a Nieves Vázquez por la alameda gaditana. Le contó que tenía una carpeta de cartón con un antiguo proyecto que su padre dejó prácticamente listo. "Un terrible puzzle mecanografiado a medias, plagado de anotaciones y tachones, una patata caliente que no podía dejar en manos de cualquiera". Entonces, cuando alcanzaron a ubicarse justo bajo uno de los grandes ficus de la alameda, Mariela propuso a Nieves el encargo. "No sé si fue un acto de libertad o si intervino alguien más", reconoce ahora.

A partir de ese momento, Vázquez asumió una ardua labor. Estudiar, interpretar y repasar con fidelidad los documentos dejados por Quiñones. Los ojos del tiempo se conservaba en un solo borrador de 74 páginas, de las cuales 53 estaban mecanografiadas y el resto manuscritas. Pero, incluso, las escritas a máquina estaban llenas de puntualizaciones y correcciones a mano. A pesar de ello, la escritora mantiene que la novela, a la espera de alguna revisión, estaba acabada.

Final de una vida

En el caso de Culpable o el ala de la sombra, lo que se conservaba eran 45 páginas mecanografiadas con muchos más añadidos a mano, en diversas tintas y con una "escritura endiablada". Ambas obras, según la editora, parecen compartir espacio vital, entre 1992 y 1994, aunque varios datos apuntan a que Quiñones trabajó en ellas hasta el final de su vida.

Los ojos del tiempo devuelve al autor a su escenario preferido en Cádiz, la playa de la Caleta, donde un pescador, Nono, le cuenta a su interlocutor, un escritor con grabadora dispuesto a resumir historias humanas en novelas, lo que más le gusta recordar: "la cosa suya, lo antiguo". Una técnica, la del diálogo grabado, que Quiñones ya había usado en Las mil noches de Hortensia Romero. "El tema fundamental es el tiempo. Y hay elementos borgianos porque en ese Nono están todos los hombres pretéritos", explica Nieves Vázquez. "Es un homenaje a Cádiz y a su esencia romana y fenicia".

Culpable o el ala de la sombra introduce al lector en una trama de novela psicológica y policíaca. Damián, un alto cargo ministerial de la UCD, ha sido llevado a una comisaría donde tiene que enfrentarse a un crimen. "Quiñones logra que la telaraña del misterio no se rompa. Es una visión kafkiana de la realidad. Habla de la soledad, la incomprensión, la culpa representada en una voz en primera persona a la que el lector no sabe si creer". Aunque toda la novela transcurra en un tramo temporal corto y en un mismo escenario cerrado, los recuerdos y reflexiones del protagonista convierten la novela "casi en un libro de viajes".

Nieves Vázquez asegura que la edición ha seguido "escrupulosamente" los borradores de ambas novelas. "Lo difícil ha sido recorrer el laberinto pero yo me he limitado a seguir el hilo del ovillo que ya estaba echado. He sido una Tesea".

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