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Miles de personas salen a la calle en defensa de la escuela pública madrileña

Los sindicatos cifran en el 85% el seguimiento de la huelga de docentes, y Educación, en el 23%

La política educativa del Gobierno regional sufrió ayer una huelga en la enseñanza pública que se saldó con una guerra de cifras entre los convocantes y la Consejería de Educación. Según los sindicatos, los paros afectaron al 90% de los centros educativos y fueron secundados por el 85% de los profesores; el consejero de Educación, Luis Peral, rebajó esta última cifra al 23%. A la huelga estaban llamados los 47.000 docentes de la enseñanza pública y 7.000 administrativos del sistema educativo. La jornada finalizó con una manifestación en defensa de la escuela pública a la que acudieron miles de personas.

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La jornada de huelga de ayer, que afectaba a 600.000 alumnos de la enseñanza pública madrileña no universitaria, fue interpretada de dos formas totalmente opuestas, según quien ofreciese los datos. Los sindicatos convocantes de los paros (ANPE, UGT, CC OO, STEM-STES, CSI-CSIF y CSIT-UP) aseguraron que el 85% de los profesores no fue a trabajar y que la huelga afectó al 90% de los centros.

Sin embargo, el consejero de Educación, Luis Peral (PP) redujo los datos. "Sólo el 23% de los profesores secundaron el paro", aseguró. "El 77% de los profesores ha cumplido con su obligación de ir a clase y han desoído el llamamiento de la huelga. Y el cien por cien de los centros educativos han estado abiertos", apostilló el consejero.

Los sindicatos señalaron que, según sus datos, en la zona norte de la región la huelga fue seguida por el 87% de los profesores; en la zona sur por el 88%; en la zona este por el 80% y en la oeste por el 90%. En Madrid capital el seguimiento, según los sindicatos, fue de un 78%. "La participación masiva en la huelga debería de hacer reflexionar al consejero sobre sus políticas educativas", señalaron los portavoces de UGT y CC OO, José Vicente Mata y Francisco García.

La jornada transcurrió sin incidentes. Tan sólo en el colegio Virgen del Cortijo, en Hortaleza, hubo un problema cuando "un responsable educativo", según los sindicatos, impidió grabar a un equipo de televisión.

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La jornada reivindicativa a favor de la escuela pública culminó con una manifestación que a partir de las siete de la tarde recorrió el tramo que va desde la plaza de Colón hasta la Consejería de la Educación, en el número 32 de la calle de Alcalá.

Los convocantes, reunidos en la llamada Plataforma Regional por la Enseñanza Pública (sindicatos, asociaciones de vecinos...), cifraron en 170.000 el número de asistentes. La Policía Municipal no dio datos. La protesta discurrió de manera festiva. Había profesores de primaria y secundaria; estudiantes; niños y, en general, simpatizantes de la escuela pública. En la cabecera de la protesta se situaron la diputada socialista de la Asamblea Matilde Fernández, el coordinador general de IU, Fernando Marín, los secretarios generales de CC OO y UGT en Madrid, Javier López y José Ricardo Martínez y la presidenta de la Federación Giner de los Ríos, Mercedes Díaz, entre otros.

Pacto educativo

"El Gobierno regional debe de pensar en los niños y en la igualdad de los alumnos en lugar de en los negocios, porque se puede hacer negocio con otra cosa que no sea la educación", aseguró José Ricardo Martínez, en referencia a la cesión de suelo público para hacer colegios privados y concertados.

"El consejero debe de tener en cuenta que cuando se firma un acuerdo es para que se cumpla y no para que se quede en el tintero", agregó Javier López. Los convocantes exigen a la Consejería de Educación que cumpla el llamado pacto educativo. Este acuerdo, firmado en febrero de 2005 por Educación y CC OO y UGT, pretende garantizar la calidad de la enseñanza pública no universitaria para los próximos cuatro años. Contempla una inversión de 1.500 millones de euros e incluye la construcción de 180 nuevos colegios y la subida del sueldo de los profesores, entre otras cuestiones.

Varios alcaldes socialistas también sujetaron la primera pancarta: José Caballero, alcalde de Alcobendas, Manuel Robles, de Fuenlabrada, y Enrique Cascallana, de Alcorcón. "El gobierno de Esperanza Aguirre agrede continuamente al sistema educativo público: abandona las escuelas infantiles, hay masificación en primaria... motivos hay de sobra para protestar", señalaron los regidores.

La protesta también fue aprovechada por distintos sectores educativos para sacar a la luz sus reivindicaciones. "La UNED (universidad a distancia) también existe", se leía en la solapa de varias personas. Los profesores de la escuela concertada repartieron octavillas en las que se podía leer: "Llevo dos años y medio trabajando sin convenio" o "No puedo manifestar mi afiliación sindical, soy clandestino".

La marcha discurrió por el lateral del paseo de Recoletos y enfiló la calle de Alcalá entre la música de las charangas y los gritos de "¡Peral, dimisión!". Al final de la concentración, los convocantes leyeron un manifiesto en el que exigían el cumplimiento del acuerdo educativo y se pronunciaban en contra de la privatización de la enseñanza.

Sobre la protesta, el consejero Peral quiso restar importancia a la masiva participación asegurando que había "muchos profesionales liberados de otros sectores que no pertenecen a la enseñanza y que están afiliados a distintos sindicatos".

Trabajadores de la enseñanza concertada en la manifestación por la enseñanza pública de ayer.
Trabajadores de la enseñanza concertada en la manifestación por la enseñanza pública de ayer.ULY MARTÍN

"Creíamos que íbamos a ser muchos menos"

A las puertas de la Biblioteca Nacional, cientos de personas se apretujaban momentos antes de comenzar la manifestación. "Nosotras no somos ni profesoras ni nada. Venimos a apoyar a la escuela pública", afirmaron Soledad Plaza y María Olcina, que se definieron como "requetejubiladas".

A su lado, un grupo de adolescentes de Torrejón de Ardoz ensayaba con tambores. "Somos de una escuela sambera que apoyamos cualquier reivindicación justa", explicó Carlos Mercader, uno de sus miembros. Pero la protesta la protagonizaron los profesores. "No somos de ningún sindicato, venimos por libre. Necesitamos más profesores en los colegios", pidieron un grupo de docentes del colegio Ortega y Gasset, de Leganés.

Luego, gente con contradicciones. Un profesor de un colegio público fue a la manifestación con su hija, escolarizada en la concertada. "Va a un colegio concertado por proximidad, no porque no confíe en la pública", se justificó el profesor. Charo, una médica, también fue a la manifestación con una de sus hijas, escolarizada en la privada. "Tengo a mis tres hijos en la escuela privada, pero porque mi marido es millonario y piensa que si van a la pública se van a quedar en el paro. He venido aquí a apoyar a la escuela pública porque yo estudié en ella y estoy muy contenta", explicó.

La marcha fue animada por la música de varias charangas, que la mayoría del tiempo interpretaron clásicos en este tipo de concentraciones como Brasil o Paquito el chocolatero . Al repertorio unieron de forma machacona la que parece que va a ser la canción del verano: Opá, yo via'ze un corral .

Entre muchos de los asistentes corría el mismo comentario al ver la larga riada de gente avanzando por el lateral de Recoletos: "Yo creía que íbamos a ser muchos menos". Los niños más pequeños llevaban pancartas con el lema Me gusta mi cole porque es público.

Había otros que llevaban camisetas imitando los anuncios de busca y captura del Oeste con las fotos de Aguirre y de Peral, y en las que se podía leer: "Se ofrece suelo público para colegio privado. Razón, PP".

La protesta afectó al tráfico y a varios peatones que vieron cómo la marcha les impedía caminar. "Acabamos de aterrizar en Madrid y queríamos ir a comer algo, pero bueno...", afirmaron dos turistas mexicanos, atrapados entre la masa.

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