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Londres acelera el proceso de desmilitarización del Ulster

El Gobierno británico anunció ayer el cierre de tres cuarteles más de los que estaban previstos en el proceso de desmilitarización de Irlanda del Norte. En lugar de 14, serán sólo 11 las instalaciones del Ejército británico que seguirán abiertas en el verano del año que viene, si el proceso político lo permite. En agosto de 2007 quedarán sólo 5.000 soldados británicos en la provincia, frente a los 10.500 que había el verano pasado y los 27.000 que llegó a haber en los momentos más álgidos del conflicto.

El viceministro para las Fuerzas Armadas, Adam Ingram, anunció ayer que los cuarteles de San Patricio (Ballymena), Shackleton (Ballykelly) y Santa Lucía (Omagh) serán cerrados, en contra de lo que se había anunciado en un principio. El anuncio fue muy mal recibido por los unionistas, no sólo por su significado político, sino porque la clausura de esas instalaciones militares conllevarán la pérdida de numerosos empleos civiles.

Más de 1.100 civiles perderán su empleo con la retirada del Ejército británico, 400 de ellos en las zonas donde están los tres cuarteles añadidos ahora por Londres a la lista.

La ira de Paisley

El anuncio provocó la ira del líder unionista Ian Paisley, que lo calificó de "absoluto desastre" y pidió una reunión urgente con el primer ministro, Tony Blair. Pero los republicanos del Sinn Fein lo recibieron con alborozo: "Nadie que esté interesado en construir un futuro compartido basado en paz y democracia puede derramar lágrimas por la retirada de esta milicia del paisaje político", declaró Davy Hyland, miembro republicano de la Asamblea de Irlanda del Norte.

La Asamblea, suspendida desde otoño de 2002, será restablecida de manera parcial el próximo lunes, con el objetivo de que las fuerzas políticas del Ulster se pongan de acuerdo para formar un Gobierno compartido. Si no lo consiguen antes del verano -y todo indica que no lo conseguirán-, el parlamento autónomo será suspendido de nuevo para dar paso al periodo estival y será restablecido en otoño. Los parlamentarios tendrán entonces 12 semanas para formar gobierno. Si tampoco entonces lo logran, Londres suspenderá de nuevo la autonomía, dejará de pagar los sueldos a los diputados e intensificará la cooperación con la República de Irlanda, para impedir que los unionistas mantengan bloqueada la autonomía de forma indefinida.

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El líder del Sinn Fein, Gerry Adams, anunció ayer que propondrá a Paisley como nuevo ministro principal, cargo al que tiene derecho como líder del partido más votado en las últimas elecciones. No es una sorpresa, porque el Sinn Fein siempre ha aceptado que eso ha de ser así. Pero Paisley, que se niega a gobernar con el Sinn Fein, rechazó el envenenado caramelo: "No voy a aceptar nada de Gerry Adams", dijo.

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