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Monteseirín estudia alternativas a la tala de árboles para la obra del Metrocentro

La empresa que analizó el estado de las plantas aconsejó su eliminación

El Ayuntamiento de Sevilla ha decidido paralizar la tala de árboles en la avenida de la Constitución a la espera de una adaptación de los planos para evitar al máximo la eliminación de las plantas. Fuentes municipales insisten en que el informe de la empresa Fitonovo para Tussam, encargada de decidir qué árboles deben cortarse, aconsejaba la eliminación de una gran parte del arbolado, debido al mal estado y a los riesgos para las personas.

"Por cada árbol que se tale, se plantarán otros tres". Es la afirmación de la alcaldía sevillana que en su último Plan General de Ordenación Urbana habla de plantar un árbol por cada 20 metros cuadrados urbanizables, lo que supondrá la plantación de unos 300.000 árboles nuevos en Sevilla de aquí a pocos años. Pero, a la vista de las críticas por la tala de árboles en la Plaza Nueva y la Avenida de la Constitución, vía de entrada al centro de Sevilla, el Ayuntamiento ha decidido parar el proceso de transplante y eliminación del arbolado hasta encontrar una alternativa.

El proyecto realizado para el nuevo plan de peatonalización del centro y de introducción del metrocentro suponía la sustitución y reubicación del arbolado dado que, como destaca un informe consistorial, "no tendría sentido una ordenación de los árboles que siguieran situados como separadores o delimitantes de las zonas de rodaduras de automóviles y las zonas peatonales en una nueva realidad de peatonalización y tranvía". Según el mismo documento, el proyecto, encargado por la Consejería de Obras Públicas y sometido a exposición pública y aprobado por la Junta de Andalucía, contemplaba "la eliminación de los árboles en alineación de la Avenida de la Constitución y la Plaza Nueva".

No obstante, el Ayuntamiento ha pedido al arquitecto, Antonio González Cordón, que plantee una adaptación al trazado del arbolado para no tener que eliminarlo por completo. Aún así, desde la Casa Consistorial se asegura que la tala provocada por las obras del metrocentro "sólo afectará a un número limitado de árboles, quizá menos de 30".

Fuentes municipales aseguran que desde el Consistorio se insistió en que debía respetarse el mayor número de árboles posible y optar por el transplante como primera medida. Sin embargo, según las mismas fuentes, la empresa encargada de decidir qué plantas debían cortarse en función de su estado "aconsejó la eliminación de una gran parte del arbolado". Las razones, sobradamente repetidas, se basaban, fundamentalmente, en la mala situación en que se encontraban las plantas, "árboles disfuncionales e, incluso, peligrosos, con ubicaciones absurdas o con problemas crónicos derivados de diseños incorrectos, torturados por entornos mezquinos y enfermedades internas y externas". Este mal estado, prosigue el informe del Ayuntamiento, podría llegar a producir un "peligro potencial" debido a su "ruina estructural" (posibles roturas de ramas o troncos), "agentes patógenos" (termitas) o "efectos alergénicos" sobre las personas.

Sobre la firma del alcalde en una mesa en contra de la tala indiscriminada de árboles, fuentes de la alcaldía afirman que lo hizo "porque está en contra de la tala indiscriminada, algo que en Sevilla no se está haciendo".

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