El secretario general de Transportes será la máxima autoridad en seguridad aérea

El secretario general de Transportes del Ministerio de Fomento será la máxima autoridad en materia de seguridad de aviación civil, en virtud de un real decreto aprobado ayer por el Consejo de Ministros. Fernando Palao se encargará de coordinar las actividades de todos los agentes implicados (órganos del Estado, aeropuertos, aerolíneas, handling...) y del Programa Nacional de Seguridad de la Aviación Civil. Éste incluye un Programa de Control de Calidad, con criterios y procedimientos de inspección, y un plan de Formación que tratará de asegurar que todos los involucrados cumplen las normas.

Las decisiones tomadas ayer por el Gobierno han venido precedidas de meses de denuncias sobre incumplimientos de normativas de seguridad aérea e incluso una manifestación de pilotos del sindicato SEPLA en el aeropuerto de Barajas para pedir más seguridad.

Las medidas adoptadas son fundamentalmente dos. Por un lado, se designa a la máxima autoridad en seguridad aérea, del mismo modo que se nombró un comisionado del Gobierno para el desastre ecológico que causó el naufragio del petrolero Prestige o el vertido de Aznalcóllar, según explicó un portavoz de Fomento, junto con la creación del Comité Nacional de

Seguridad de la Aviación Civil, que apoyará y asesorará a la denominada Autoridad competente.

Por otra parte, se aprueba el Programa Nacional de Seguridad de Aviación Civil, que incluye un Programa de Formación, con el objetivo de los trabajadores del sector reciban "la formación adecuada, la motivación y la sensibilización" y un Programa de Control de Calidad. Éste último contiene los criterios y procedimientos de inspección y debe evaluar su realización con auditorías periódicas.

El pasado septiembre, la Unión Europea puso en marcha la elaboración de una lista negra de aerolíneas prohibidas, y Fomento un plan de inspecciones, tras un verano especialmente castigado por accidentes aéreos en todo el mundo. El índice mundial de muertes en accidentes aéreos se duplicó en 2005 respecto al año anterior, según la OACI, el organismo de la ONU para la aviación civil.

Ayer, el departamento que dirige Magdalena Álvarez informó de que en lo que va de legislatura se han inspeccionado uno de cada 11 aviones extranjeros (366 en 2005) y que "todas las aeronaves españolas han sido inspeccionadas, con una media de siete actuaciones inspectoras" por aparato. En 2005 había matriculadas 5.445 aeronaves, según la propia web del ministerio, de modo que según fuentes de Fomento, el dato debe referirse sólo a aviones de transporte regular. Pero aún así, los datos no cuadran ya que, según la respuesta de la ministra a la pregunta parlamentaria del diputado del Bloque Nacionalista Galego Francisco Rodríguez, en 2005 se realizaron un total de 1.133 inspecciones. El grupo Iberia tiene 228 aviones.

De esas "actuaciones inspectoras", 593 fueron para revisar el mantenimiento del aparato, y 299 sus operaciones, según la respuesta parlamentaria, que no explica qué resultados ofrecieron, si se abrió algún expediente sancionador o si se observó alguna anomalía. Tampoco este diario ha logrado una respuesta a esta cuestión.

El resto de las inspecciones en 2005 se dirigieron a escuelas de formación de personal de vuelo (51), a centros médicos aeronáuticos y médicos examinadores (85) y a trabajos de extinción de incendios.

Air Mauritanie, en cuarentena

El Gobierno optó por incrementar las inspecciones y no aportó ningún nombre a la lista negra europea. Cuando el pasado 23 de marzo la UE publicó la lista negra, Fomento informó de que ninguna de las prohibidas operaban en España (en realidad casi ninguna ha volado en Europa). Pero no dijo que una compañía que sí trabaja en España desde hace años (Air Mauritanie, con 13 vuelos semanales entre Nuakchot y Las Palmas) está en cuarentena, ya que las autoridades europeas se dieron dos meses para realizar una inspección de las mauritanas.

Los británicos prohíben operar en su territorio a esa aerolínea, pese a que nunca ha volado al Reino Unido.

Su departamento de Transportes

recibió en abril de 2005 una solicitud de permiso de otra aerolínea para volar a ese país con avión y tripulación alquilados a Air Mauritanie. "Al estudiar la petición observamos que las autoridades de Mauritania no tenían capacidad para proporcionar una adecuada supervisión de las operaciones", informó a este diario la autoridad británica.