Pasión antimaoísta

MAO. La historia desconocida te atrapa desde la primera página. El enorme esfuerzo documental de los autores está bien enlazado en una prosa ágil que facilita la lectura. La importancia del personaje y de su actuación en un periodo crucial para el devenir del mundo, así como la revelación de un sinfín de detalles hasta ahora ocultos en el secretismo que siempre ha caracterizado todo lo relativo tanto al Partido Comunista Chino como al PCUS (Partido Comunista de la Unión Soviética) confieren un valor incalculable a esta biografía, sólo mermado por la inquina de los autores contra la persona objeto del estudio.

Las continuas apostillas ideológicas destrozan el libro. A los autores no les basta con recoger únicamente las voces críticas, sino que tras ellas insisten en recalcar su consecuencia más negativa. Convencidos de que analizan a un "ser abominable", como afirma Jung Chang, conducen al lector y lo tratan como si no fuese capaz de percibir hasta qué punto el aspecto, la actuación o la decisión analizados reflejan la perversidad de Mao.

Todas esas apostillas sobran. Tras ellas se vislumbra más la pluma de Jung Chang que la de Jon Halliday. La inquina y la machaconería con que están escritas son, sin duda, fruto de una persona que ha sufrido en propia carne los desmanes del maoísmo y las heridas aún sangrantes -Jung Chang salió de China en 1978- no le dejan tomar la distancia necesaria para analizar a su verdugo.

Sin esas coletillas casi propagandísticas, el libro duplicaría su valor y no sólo porque muchos lectores agradecerían una reducción en el número de páginas, sino sobre todo porque se desprendería del penoso tono que adopta de pasión antimaoísta.