Poesía y emociones

ICO es para el mundo del videojuego lo que es la obra de Picasso para el arte. Para muchos, ambos son una mirada renovada que representa el nacimiento de la creación de un lenguaje muy particular y extraordinario. Eso fue el primer videojuego de Fumito Ueda titulado ICO, considerado un verdadero descubrimiento y una sorpresa que por cuestiones de mercadotecnia no fue publicitado de la manera que muchos hubieran deseado y pasó sin demasiado bombo por la actualidad del ocio electrónico.

Por suerte, las presiones de miles de jugadores han hecho que ICO se vuelva a editar y muchos seguidores que se quedaron con las ganas de jugarlo ahora pueden hacerlo.

Ueda y su equipo, Team ICO, siguieron trabajando después del éxito de su primer trabajo conjunto y tras cinco años el resultado ha sido Shadow of the Colossus, un título que a pesar de tocar el mundo del entretenimiento electrónico desde una perspectiva diferente ha conseguido cautivar a mucha gente, hasta ser catalogado como obra maestra tanto por la crítica como por los propios jugadores.

La voz ha sido unánime. Ha conseguido tocar profundamente los corazones de todo tipo de personas. El nuevo título de Team ICO es sobre todo un generador de emociones muy parecido al que provoca la música, la poesía o el arte, en definitiva. La introducción, con una banda sonora de lujo de la mano del compositor Kow Otani, que ayuda en gran manera a situarse dentro de la historia y a experimentar esas sensaciones agradables anteriormente citadas, muestra al joven Wander a lomos de su caballo Argos caminando lentamente hacia una fortaleza con reminiscencias mayas.

Con Wander viaja el cuerpo inerte de una joven que ha perecido debido a un destino maldito. Wander buscará en esa fortaleza a un ente llamado Dormin que le propondrá acabar con las encarnaciones de los 16 colosos del mundo maldito para revivir a su amada.

Lo que ha cautivado a medio mundo ha sido su nuevo lenguaje. Acostumbrados a los juegos tradicionales, éste sorprende por la sencillez gráfica y la facilidad de manejo, sus principales bazas.

Gráficamente sorprende una paleta de colores grises nada frecuente en otros productos; por lo que respecta a su empleo se puede controlar de manera casi inconsciente, sin grandes combinaciones de teclas.

Otro aspecto que llama la atención es que durante algunas partes del juego no hay música, una característica que los desarrolladores consideran indispensable para introducirse en la historia.

Pero queda lo más importante: la verdadera lucha por amor que el protagonista tiene que librar. Wander debe enfrentarse contra enormes criaturas. Ueda quería que los jugadores se sintieran héroes, hacerles enfrentarse a un reto casi imposible contra seres descomunales. Con una simple espada y un arco Wander luchará contra 16 gigantes que hacen temblar la tierra.

El componente estratégico es muy importante, cada bestia tiene una manera diferente de ser derrotada. La diferencia de proporciones y fuerza entre el protagonista y sus enemigos hará indispensable explorar el entorno, sopesar las posibilidades de Wander y su caballo Argos, buscar el punto débil del monstruo y realizar el ataque para intentar conseguir esta increíble hazaña. Es este componente estratégico, parecido a la solución de un rompecabezas, el que ha calado en la audiencia.

Dicen que la fe mueve montañas, en este caso es el amor el que debe acabar con montañas que han cobrado vida y tienen muy malas pulgas. Una alegoría sobre el amor tan profunda que ha movido los cimientos de la industria del entretenimiento electrónico.