Retenciones de hasta 12 kilómetros en el regreso del Primero de Mayo

El regreso de los 400.000 vehículos que abandonaron Barcelona y su área metropolitana durante el puente del Primero de Mayo se realizó ayer con la normalidad que caracteriza un fin de semana veraniego. Esa es, al menos, la comparación que realizó anoche el Servicio Catalán de Tráfico a la hora de evaluar las retenciones en las carreteras catalanas, que llegaron a ser de hasta 12 kilómetros en la AP-7, en el tramo comprendido entre Tarragona y Torredembarra.

La autopista AP-7 fue la vía que se vio más afectada por las retenciones de vehículos en diferentes tramos. Así, hubo hasta ocho kilómetros en la tarde de ayer entre Banyeres del Penedès y el peaje de El Vendrell. En el peaje de Tarrragona las acumulaciones de vehículos apenas superaron el kilómetro, siempre en sentido Barcelona. En la zona norte de la AP-7 las colas fueron de dos kilómetros a la altura de Sant Celoni. Otra carretera que tuvo más problemas de circulación fue la N-340, a la altura de El Vendrell, donde las colas fueron de 10 kilómetros.

En la provincia de Girona las retenciones más importantes se produjeron en la C-35, entre los municipios de Llagostera y Maçanet, donde se produjeron 11 kilómetros de retención para acceder a la AP-7. También en Girona, la C-31 tuvo cuatro kilómetros de colas en Calonge.

En cuanto a los accesos a la ciudad de Barcelona la zona más afectada fue la autopista del Garraf, entre Castelldefels y Sant Boi, donde hubo ocho kilómetros de retención.

Desde las 15.00 horas del pasado 28 de abril y hasta las 21.00 de ayer, han muerto en las carreteras catalanas un total de cinco personas en otros tantos accidentes mortales y otras tres sufrieron heridas graves. Se trata de una cifra habitual en un fin de semana de verano. Como las retenciones en las carreteras.