Sin matar y con buen rollo
YA TE DIGO SI LA TELE es mala. No se puede dejar a los niños ver las noticias. Todo el salón lleno de plastilina, los muñecos fuera de sitio, un jarrón roto, una pelota balcón abajo, y el baño inundado por mor de una discutible sesión de jacuzzi para los lunnis. "¿Qué te parece esto?", le preguntas a la niña. Y te contesta: "Me parece muy grave". Y se va. No hay réplica posible. Qué autoridad moral tiene uno después del telediario, donde un portavoz de Batasuna considera muy grave que se queme una casa y los demás consideramos que ya es un gran qué. Las cosas como son. La primera vez que un portavoz de Batasuna considera muy grave que a alguien le quemen la casa... ¡y hasta se solidarizó con los afectados!
La primera vez que Batasuna considera muy grave que a alguien le quemen la casa... ¡y se solidarizó con los afectados!
A ver cuándo llega el siguiente paso: "Me parece mal". Es una frase de emes y pes, y se puede decir entre dientes. "Mpecemal". ¿Es mejor "mpecemal" entre dientes que "muy grave" con la boca pequeña? Opinable, opinable. Otra opción, más fácil. Que alguien pregunte: "¿Pero a usted le parece bien?". Y el interfecto sólo tiene que negar con la cabeza, sin someterse a la violencia de tener que verbalizar. Son pasos dentro de un proceso: me parece grave, no me parece bien, me parece mal, no lo haré nunca más... Cualquiera que tenga niños conoce mil caminos para alcanzar gradualmente el último escalón, lo más difícil: pedir perdón, dar un besito y prometer que nunca más. A mi hija le tengo enseñada una fórmula para cuando se pone pesada o exigente: ¿Cómo se piden las cosas? "Por favor, sin llorar y con buen rollo". Tiene cuatro años, y la repite desde que aprendió a hablar. Es el vivo ejemplo del chiste de Groucho Marx: ¡Hasta un niño de cuatro años lo entiende! Lo entiende una niña de cuatro años, no lo va a entender un batasuno de pelo en pecho. Una adaptación para el caso que nos ocupa: ¿Cómo se piden las cosas? "Con la ley, sin matar y con buen rollo". Para cuando empiecen los contactos y la parte contratante etarra plantee sus exigencias, la parte contratante Estado de derecho tendrá que replicar: "¡Sst! ¿Cómo se piden las cosas?". "Con la ley, sin matar y con buen rollo". Entonces, hablamos.
Después habrá que ir con ojo, porque seguro que alguno se pasará al bando diametralmente contrario, y donde decía verde, y todo verde y al que no diga verde me lo como, le oiremos decir azul, y todo azul y al que no diga azul me lo como. Ya pasa eso a veces. Gente que te exige opinar igual que ellos, aunque hace unos años opinaban lo contrario, y también te exigían opinar como ellos. "Era un radical de izquierdas y ahora es un radical de derechas, hay que ver cómo ha cambiado". Qué va a cambiar. Sigue siendo un plomo. A ver si hay suerte y llega pronto el momento en que estos de ahora solamente sean eso, unos plomos. Con la ley y sin matar. En cuanto al buen rollo... Tampoco hay que pedir milagros.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.