La tranquilidad no llegó
Betis y Athletic empatan en un partido gris y no logran alejarse de la zona de descenso
Hubo un tiempo en el que los enfrentamientos entre estos dos conjuntos significaban la confrontación de dos culturas futbolísticas. En definitiva, de dos maneras de vivir. La cercanía de los puestos que llevan a Segunda obliga a coherencias más mundanas en la actualidad. Tanto el técnico verdiblanco, Llorenç Serra Ferrer, como el del Athletic, Javier Clemente, se plantearon el encuentro según las carencias que creían ver en el contrario.
Así. el Betis quiso hacer sangre por la banda izquierda, por la zona que le encargaron defender a Lacruz. Clemente, por su parte, intentó romper el equipo verdiblanco en dos. Algo que bastantes veces a lo largo de esta temporada ha hecho el equipo andaluz él solito, sin ayuda.
BETIS 1 - ATHLETIC 1
Betis: Doblas; Nano, Juanito, Rivas, Melli; Assunção (Arzu, m. 85), Miguel Ángel; Joaquín, Capi (Rivera, m. 62), Edu; y Robert (Dani, m. 78).
Athletic: Lafuente; Lacruz, Prieto, Ustaritz, Amorebieta (Aduriz, m. 46); Iraola, Murillo, Orbaiz, Casas; Yeste y Urzaiz (Guerrero, m. 75).
Goles: 1-0. M. 26. Edu pasa al segundo palo donde remata Robert y la pelota bota parcialmente sobre la línea pero el juez de línea interpretó que traspasó la línea después. 1-1. M. 65. Lacruz aprovecha el rechace de Doblas a un cabezazo de Casas.
Árbitro: Puentes Leira. Amonestó a Casas, Miguel Ángel, Lacruz y Juanito.
Unos 40.000 espectadores en el Ruiz de Lopera.
En los primeros minutos, el conjunto sevillano mantuvo un confuso y hasta algo falso control sobre la pelota y los espacios del terreno de juego. En el minuto 3, un balón interior al borde del área pequeña se tradujo en un pequeño barullo entre defensores del Athletic y atacantes verdiblancos a escasos metros de Lafuente.
La estrategia de Clemente fue cuajando poco a poco y tras un cuarto de hora de trabajo, la presión de Murillo y la colocación de Orbaiz acabaron por imponerse al trote de Assunção y al despiste de Miguel Ángel. En cuanto le llegó un balón en condiciones a Yeste, el zurdo se sacó un pase a la banda derecha que, en carrera, Iraola colocó el balón en el área para que Urzaiz cabeceara franco pero al alcance de las manos de Doblas. A pesar de que no entró la pelota, la jugada devolvió a los futbolistas verdiblancos todos los miedos e inseguridades desde que el hombre del saco no les dejaba dormir de niños.
El Athletic quiso aprovechar la coyuntural superioridad de ánimo y tuvo otras dos oportunidades más en tan sólo un par de minutos. Mientras Joaquín buscaba que fallara Lacruz por la izquierda, fue Edu el que se lució por la derecha. El brasileño se deshizo con elegancia de Amorebieta, centró desde la línea de fondo para que Robert cabeceara y el balón entrara en la meta tras botar en la línea de gol.
La primera mitad acabó con los buenos de cada equipo luciéndose: Joaquín intentaba driblar a todo el mundo y en una ocasión tan sólo lo pudo parar Prieto con un penalti que el árbitro no vio. Por su parte, Yeste se adornó con un córner olímpico que, como casi siempre no fue gol.
En la segunda mitad, el Athletic buscó el partido y Clemente puso pimienta en el campo con la salida de Aduriz. Las bandas rojiblancas continuaron produciendo pases al área que casi siempre remataba Urzaiz. En una de esas, el balón acabó en córner y el saque del mismo en gol. El partido fue creciendo en su mediocridad. El miedo a perder era mayor que la recompensa que la valentía en el juego pudiera traer. Por eso mismo, ninguno se mereció los tres puntos, por eso mismo ninguno solucionó del todo su problemas y miserias.
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