Claves del conflicto de Irak

A los tres años de la invasión norteamericana de Irak son seguramente ya centenares los libros publicados, la mayoría en inglés, sobre este suceso militar y político. Bastantes de ellos son libros periodísticos, reportajes mejor o peor recamados de visiones geopolíticas. Los menos son libros de autor que van más allá de lo inmediato; y menor aún es el número de los libros universitarios, con la intención esencial de fijar objetivamente los datos, los perfiles, la topografía de un conflicto, que se presta mucho al tipo de volumen compuesto de artículos que es el que nos ocupa. Si añadimos que la producción en español sobre el acontecimiento exterior es todavía limitada, quedará subrayada la singularidad necesaria de Irak: invasión, ocupación y caos. Ya el título es toda una promesa.

La obra está integrada por cuatro ensayos de otros tantos profesores universitarios: Waleed Saleb Alkhalifa, Alfonso Iglesias Velasco, Luciano Zaccara e Ignacio Gutiérrez de Terán, todos ellos investigadores vinculados a la Universidad Autónoma de Madrid, y tiene una primera ambición bien resuelta de apuntar a una totalidad. El Irak histórico, étnico, antropológico es la materia del profesor Alkhalifa; el aspecto jurídico a la luz del Derecho Internacional de toda la aventura norteamericana es el que desarrolla Iglesias Velasco; el profesor argentino Luciano Zaccara hace una original taxonomía del conflicto; y el coordinador, Gutiérrez de Terán, recoge un poco todos los cabos así tendidos para abrochar la obra en el haz de lo político, como si viéramos el Irak pos-Sadam Husein desde los cuatro puntos cardinales.

En ese recorrido los autores

logran que menudeen los apuntes, las ideas, los puntos de iluminación. Así se caracteriza el mundo como aquejado de ausencia o debilitamiento de instancias internacionales, condiciones para el ejercicio de un poder hegemónico norteamericano con aspiraciones monopolistas; todo un sucedáneo de nuevo orden mundial cuando no puede haber uno; o una ecuménica respuesta al interrogante de ¿por qué ha habido invasión de Irak? Por geopolítica, o sea, por todo a la vez. Es imposible, sin embargo, que otro equipo de autores, aun planteándose idénticos objetivos, no hubiera quitado aquí, sustituido allá. Cabría opinar que Alkhalifa no necesitaba remontarse a nuestros primeros padres; que Israel se diría el gran ausente en la enumeración de razones y cuestiones que ilustran directamente la costosa descubierta de Washington; que lo vivido no sobra ni en los libros académicos; y que los periodistas tienen razón cuando piden fuentes y combaten la repetición.

No obstante, estamos ante un libro necesario, científicamente ambicioso y conseguido, de los que las ciencias sociales españolas no están sobradas.