"Lo hice como acto de amor y entrega"
Laura es el nombre ficticio de una mujer que se reconstruyó el himen hace dos años. Es un caso atípico. Estaba a punto de cumplir los 40 y se iba a casar por segunda vez, con un musulmán. "Sabía que para mi futuro marido, culturalmente, era una cuestión muy importante, y yo podía ser otra vez virgen para él. Aun viviendo en este siglo, él lo iba a apreciar". Su primer matrimonio y un hijo delataban la ficción de su virginidad, pero Laura no pretendió disimularlo. "Claro que él sabía que yo no era virgen, pero quise hacerlo como un acto de entrega. Fue algo simbólico. No es real, pero de alguna manera sí lo es. Yo quedé tal y como estaba antes de tener mi primera relación".
Laura habla susurrando al teléfono. Llama desde un número oculto y no quiere mencionar su nombre verdadero. "Es una cuestión íntima que no quiero que se sepa". Ella asegura estar "muy satisfecha" con la decisión que tomó. "Mi marido, entonces novio, no tuvo nada que ver. No lo sabía. Se lo conté cuando ya lo había hecho, pocos meses antes de la boda. Él se mostró muy sorprendido. Me dijo que no era necesario, pero lo valoró como una prueba de amor. Reaccionó como yo esperaba".
Relata que han tenido problemas desde que se conocieron. Choques culturales con el entorno familiar y social de ambos. "Él ha hecho muchos sacrificios por la relación, para que siga adelante; yo hice esto". Su segundo despertar sexual le dolió bastante más que el primero. "Aunque recuerdo que no fue traumático, porque lo viví como un acto de amor. No me arrepiento". La operación, según cuenta, no es dolorosa. "Son 15 minutos en el quirófano, anestesia local y sedación, y te vas a tu casa". Aunque sí ocasiona ciertas molestias. "Como cuando tienes la regla, pero desaparecieron muy pronto".
Laura, por su nuevo entorno familiar, ha conocido a varias jóvenes musulmanas residentes en España que se han reconstruido el himen antes de celebrar su boda. "En este caso, es muy diferente. Yo lo decidí libremente. Estas chicas lo hacen por pura necesidad. Porque si no son vírgenes, deben renunciar al matrimonio".
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