Con plomo en las alas
La subida del precio del petróleo amenaza con frustrar la recuperación de las aerolíneas
Los sucesivos récords históricos del precio del crudo de las últimas semanas amenazan la recuperación financiera del sector del transporte aéreo mundial, que no levanta cabeza desde los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos.
Desde entonces, las aerolíneas han acumulado pérdidas por 43.600 millones de dólares (36.393 millones de euros), sobre todo en Estados Unidos, donde han desaparecido en dos años la cuarta parte de las compañías. La segunda mayor en tráfico doméstico, Delta Airlines, se halla en bancarrota, con una deuda de 34.200 millones de euros.
La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA en sus siglas en inglés) pronosticó hace un mes que este año las pérdidas se reducirían sustancialmente y el sector dejaría de escribir sus resultados con tinta roja en 2007. Pero esa previsión parte de una hipótesis de que el precio medio del barril de petróleo brent se mantuviese en 57 dólares este año y bajase a 52 el próximo. Pero el mercado ha puesto sordina a este "moderado optimismo" de la IATA, como lo calificó su consejero delegado, Giovanni Bisignani.
El pasado año, las compañías europeas se las arreglaron para amortiguar el alza del petróleo con ventajosos contratos de futuros sobre el queroseno, pero el sector no tiene mucha confianza en que se puedan librar de un varapalo en sus cuentas de resultados este año.
Ante esta escalada de precios, las aerolíneas europeas trasladan a los clientes las subidas mediante suplementos de carburante en los billetes, y por otro lado tratan de rebajar tarifas para competir en un mercado que se ha vuelto enormemente competitivo con la irrupción de las compañías de vuelos baratos. Es el caso de British Airways, que esta pasada semana aumentó su recargo de carburante para dos días después bajar los precios de las rutas europeas.
El resto de los costes operativos de las aerolíneas han experimentado notables recortes en los últimos años, con la excepción de las tasas aeroportuarias, sobre las que las compañías carecen de margen de maniobra. Según la IATA, esas tarifas han subido hasta un 44% en los aeródromos de París entre 2001 y 2004, y un 24% en los españoles en el mismo periodo.
El sector ha reclamado a la Comisión Europea que elabore una directiva para poner coto a esta situación. El vicepresidente Jacques Barrot, encargado de Transportes, escuchó estas demandas hace dos semanas, pero aún no hay una decisión tomada.
La presidencia austriaca de la UE ha convocado otro encuentro en Salzburgo el 4 y 5 de mayo para discutir cómo incrementar la competitividad del transporte aéreo, un sector que, a decir de la Asociación Europea de Aerolíneas, es "el aceite que engrasa la economía europea".
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