La llegada de turistas cae un 7,4% durante el primer trimestre aunque crece en el conjunto de España

El primer tramo del año no ha arrancado bien para el turismo en la Comunidad Valenciana. A las voces de alerta lanzadas recientemente por los hoteleros de Benidorm, que en febrero lamentaron la caída de la ocupación, se unió ayer el resumen trimestral de la encuesta de Movimientos Turísticos en Fronteras del Ministerio de Industria (Frontur) que subraya un descenso en la llegada de turistas del 7,45% durante los primeros tres meses de 2006. Entre enero y marzo llegaron a España 9,6 millones de turistas extranjeros, un 0,6% más que en el mismo periodo del año anterior.

La Comunidad Valenciana se situó en este primer tramo del año como cuarta autonomía receptora de turistas internacionales con 825.000 visitas, sólo por detrás de Cataluña, Canarias y Andalucía, y por delante de Baleares. La caída de los datos se debe a la mala evolución de las llegadas de ciudadanos procedentes de Francia (-24,2%), Alemania (-11,4%) y del Reino Unido (-9,4%). El 8,6% de los turistas que llegó a España durante los tres primeros meses del año lo hizo a algún punto del territorio valenciano, según los datos de Frontur. Estos ofrecen también la evolución de marzo, mes en el que llegaron a la Comunidad Valenciana 338.000 turistas, lo que supone un 11,9% menos que en el mismo mes del año anterior. Tras el dato, de nuevo, está la debilidad de los tres principales mercados emisores.

El descenso de turistas se produjo en un contexto diverso. Así, mientras que la cifra de extranjeros que llegaron a Cataluña aumentaron un 8,9% (con un fuerte crecimiento del mercado francés), en Canarias el dato bajó un 1,4%, en Andalucía un 1% y en Baleares se desplomó en un 15,8%.

Por otro lado, ayer, la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería de Alicante cifró el grado de ocupación en los establecimientos del litoral en el 77% y en el interior del 55% durante la pasada Semana Santa.

La asociación informó de que ha elaborado por primera vez una estadística sobre el grado de ocupación que han registrado en Semana Santa en la que se tiene en cuenta el número de días de apertura, la incidencia de la climatología, la variación del grado de actividad, el origen de los visitantes, la forma de viaje y la preferencia de consumo.