Ferran Mascarell promete "ambición" y una mayor proyección exterior de la cultura catalana

El nuevo consejero de Cultura, Ferran Mascarell, no tardó ni dos horas en explicar las grandes directrices que piensa imprimir a su departamento. Su amplia experiencia en la gestión cultural, adquirida básicamente en el Ayuntamiento de Barcelona, y el hecho de que ya había trabajado anteriormente con buena parte de las personas que configuran el actual equipo del Departamento de Cultura, en el que adelantó que ya tiene previstos algunos cambios, le evitarán una transición amplia, lo que ha sido recibido con alivio tanto en el propio departamento como en el sector cultural.

Entre las ideas generales que ayer apuntó en una rueda de prensa posterior al traspaso de poderes, destaca el objetivo de plantear una gestión "ambiciosa". "Tenemos que afrontar este periodo con un grado alto de ambición. Por una parte, el departamento debe ser un motor capaz de pensar y dar respuesta a los nuevos retos de la sociedad, porque las políticas culturales no pueden ir por detrás de los hechos, sino adelantarse a ellos. Y por otra parte, debemos tener ambición de país porque el potencial cultural es muy alto, mucho más de lo que nosotros mismos queremos reconocer, y tenemos que ponerlo de relieve".

Habrá cambios en el equipo del departamento, al que se le exigirá "eficiencia"

Confirmó la designación de Emilio Manzano al frente del Institut Ramon Llull

El nuevo consejero de Cultura apuesta por la internacionalización de la creatividad catalana

El siguiente punto que destacó fue el de la la proyección internacional de la cultura catalana, que, señaló, "no se limita a la participación en la Feria del Libro de Francfort en 2007, cuya preparación está en marcha aunque con un cierto retraso, sino que debe ir más allá". En su opinión, la cultura que se realiza en Cataluña tiene dificultades para cruzar fronteras por las dimensiones del país y del mercado. "Tenemos que afrontar esta proyección sin complejos porque históricamente es un hecho la notable contribución que se ha hecho a la cultura española desde Cataluña", indicó. "Sería un error que no supiéramos salir de Francfort", añadió. "El reto es la internacionalización y no podemos perdernos en una concentración excesiva en la feria alemana".

Mascarell confirmó que el periodista Emilio Manzano dirigirá el Institut Ramon Llull, cuyo patronato está previsto que se reúna a principios de mayo, aunque indicó que la promoción exterior de la cultura catalana no será exclusiva del instituto, sino que otras áreas del departamento también participarán en esta labor. Respecto a si esta entidad disfrutará de la libertad que provocó la dimisión de su anterior director, Xavier Folch, el nuevo consejero de Cultura fue tajante: "El problema no es la mayor o menor libertad o independencia de los dirigentes, sino la eficiencia de estas instituciones". Antes ya había destacado la "eficiencia" como otro de sus objetivos centrales. "La estructura del departamento, que tiene que articularse de forma sólida, tiene la misión de ser eficiente, de gestionar bien el presupuesto público al servicio de las ideas marcadas como objetivos".

Con todo, Mascarell señaló que su intención no es hacer grandes cambios, pero sí modificar algunos aspectos. "No frenaremos proyectos que estén en marcha y funcionen", indicó. "El presidente Maragall nos ha pedido que nos preparemos para desarrollar el nuevo Estatuto, y eso haremos. El Estatuto es un instrumento para construir un país lo más moderno y avanzado posible, para satisfacer las necesidades materiales y, por qué no, espirituales de éste".