Un viaje valdrá 1,25 euros y la concesionaria ingresará el 68%

"Esta prolongación no la van a sufragar todos los madrileños, sino únicamente los usuarios de la línea", aseguró la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, el pasado 4 de febrero, para justificar que el Gobierno regional haya convocado un concurso para las obras y la gestión de la prolongación de la línea 8 de metro.

De ahí que la Consejería de Transportes e Infraestructuras vaya a imponer un billete especial, más caro, a los pasajeros que utilicen ese tramo durante los próximos 20 años.

El pliego de condiciones presentado por la empresa adjudicataria fija un precio final de 1,25 euros por billete individual. Es decir, 25 céntimos más que el billete sencillo.

Del coste total de este título de transporte, 85,6 céntimos irán directamente a los bolsillos de la concesionaria, (80 céntimos más el IVA del transporte, el 7%, según el pliego de condiciones).

Uno de los más baratos

Aun así, la consejería alega que el precio del billete es uno de los más baratos de Europa. El más caro es el de Milán (Italia), donde cuesta 11 euros. La tarifa de acceso al aeropuerto en Londres oscila entre los seis euros del billete más barato y los 20,68 del más caro. En París alcanza los 9,05 euros. En Barcelona se accede al aeropuerto no en metro, sino a través del tren, que cuesta 2,30 euros.

El billete a la nueva estación (que aún no ha recibido nombre) podrá adquirirse en cualquier estación de la red de Metro, y será el único válido -junto al abono de transportes y el pase especial de los empleados del aeropuerto- para salir por los tornos que habrá en la estación de metro de la nueva terminal 4.

Es decir, el control del billete se realizará en la salida de la nueva terminal aeroportuaria, y no al entrar en la red de Metro. Este sistema permitirá que sólo deban ser cambiados los tornos de la estación del nuevo Barajas y no los de todas las paradas de metro de la red.