General Motors reduce pérdidas gracias a la mejora en las ventas
La mejora de las condiciones de mercado en EE UU y el resto del mundo permitieron a General Motors reducir sus pérdidas por cuatro durante el primer trimestre del año. El grupo de automoción estadounidense arrancó el año con 323 millones de dólares en rojo (262 millones de euros), frente a los 1.250 millones del primer trimestre de 2005. La división estadounidense, que atraviesa por una severa crisis financiera, pasó de unas pérdidas de 1.500 millones hace un año a 946 millones.
El gigante de Detroit, el mayor fabricante del mundo de coches, lleva seis trimestres seguidos registrando pérdidas, desde el cuarto trimestre de 2004. El pasado ejercicio lo cerró con 10.600 millones en negativo. La dirección de GM atribuye esta mejora en el arranque de 2006 a un incremento de las ventas del 4,4% en EE UU y del 16% en el resto de los mercados. En total, los ingresos marcaron una cifra récord en el trimestre de 52.200 millones, frente a los 45.800 millones en el primer cuarto del año pasado. El grueso del incremento se registró en Asia y América Latina.
Y esto se consigue a pesar de una carga de 681 millones de su plan de reestructuración. El propósito de la ejecutiva de la automovilística es reducir los costes en 7.000 millones de dólares anuales. Para ello, el pasado otoño presentó un amplio plan de reestructuración por el que eliminará 30.000 empleos y contempla el cierre de una decena de plantas en Norteamérica, medidas que se completan con la congelación de los planes de pensión, bajas incentivadas y la reducción de sueldos de los ejecutivos. Además, se está desprendiendo de activos para dotarse de liquidez.
Por su parte, la compañía Ford anunció que cargará 2.400 millones en los resultados de 2006 por la aplicación de su plan de reestructuración. De ellos, 1.700 millones están asociados a la regulación de empleo y 425 millones a ajustes en los planes de pensión. El objetivo de Ford es eliminar una cuarta parte de la capacidad en Norteamérica, con el cierre de 14 plantas y la eliminación de 30.000 empleos, y recuperar los beneficios en 2008. Al principio se estimó el coste en 1.000 millones.
