El precio de la leche abre una nueva disputa entre empresas y ganaderos
La industria transformadora exige que baje un 4% para hacer frente a la competencia
Las empresas lácteas y los ganaderos mantienen posiciones irreconciliables en relación con los precios de la leche. Los productores advierten de que será imposible mantener el negocio si los precios que les pagan los distribuidores siguen cayendo, mientras los costes suben sin parar. Pero la industria responde que no puede competir en el mercado si no bajan más los precios que pagan a los ganaderos hasta unos niveles similares a la leche que se importa desde Francia.
Así las cosas, todavía no se ha logrado un acuerdo en el seno de la interprofesional. El secretario de ganadería de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), Román Santalla, afirma que la política de precios a la baja planteada por las industrias supondrá reducir aún más la ya mínima rentabilidad de las explotaciones y acelerar los procesos de abandono no solamente de pequeñas explotaciones, sino también de otras de mayor tamaño.
Los ganaderos acusan a la industria de realizar elevadas compras de leche en el exterior, lo que se traduce en una reducción de las cotizaciones en origen. Las críticas y las protestas se quieren enfocar igualmente hacia los grupos de distribución franceses para que no importen a bajos precios leches ya envasadas.
Frente a los planteamientos de los ganaderos, los industriales insisten en su imposibilidad de competir en el mercado si no reducen los precios en una media del 4%. De acuerdo con el sector, es posible adquirir leche en origen en Francia a poco más de 0,26 euros el kilo. Esa cifra, sumada al transporte, supone la posibilidad de disponer de leche en muelle de fábrica a un precio de unos 0,30 euros.
Importación desde Francia
Los industriales reconocen la preocupación de los ganaderos por el comportamiento de los precios, pero consideran que para mantener una posición de competitividad en el mercado no se puede renunciar a la importación de leche desde Francia. En la misma línea estiman que la solución a los problemas de rentabilidad de los ganaderos no la pueden dar los industriales, sino que se deben articular otras vías para conseguir otros apoyos.
Con ese objetivo proponen la posibilidad de declarar el sector lácteo como una actividad estratégica y sensible. Alguna comunidad autónoma estudia ya cómo articular un mecanismo para dar una ayuda directa legal a los ganaderos.
España tiene una cuota de producción de sólo 6,1 millones de toneladas frente a una demanda global de unos nueve millones de toneladas, lo que supone una situación claramente deficitaria.Por el contrario, los elevados excedentes de leche en Francia hacen posible mantener la rentabilidad de las exportaciones aun vendiendo una parte a precios más bajos. En medios agrarios se denuncia que, aunque en los últimos años se ha desarrollado un gran trabajo contra la venta de leche negra (fuera de la cuota legal de producción que establece la UE) a bajos precios, en la actualidad queda todavía una producción reducida.
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