Cientos de ecuatorianos hacen cola ante el consulado en el último día para empadronarse

"Aquí dicen una cosa y luego en Ecuador es otra", se quejaba un ecuatoriano en la cola existente ante el Consulado General de Ecuador en Madrid, donde cientos de ecuatorianos se habían agolpado durante todo el día para hacer su empadronamiento. Ayer era el último día habilitado para cumplir este trámite, necesario para poder votar en las elecciones legislativas y presidenciales del próximo 15 de octubre en su país, en la cola del consulado para empadronarse. "Es la primera vez que se vota en el extranjero en nuestro país y esto ha creado mucha confusión. Pero le gente tiene que saber que no le va a pasar nada si no vota", afirmaba el cónsul general de Ecuador, Santiago Martínez Espínola.

A las siete de la tarde de ayer, unas 30 personas esperaban para entrar, con papeles en mano, en el Consulado General de Ecuador, en la calle de Enrique Jardiel Poncela (Chamartín). La suciedad de la vía pública reflejaba el trasiego que ha habido en la zona en las últimas semanas: periódicos, botellas, papeles de caramelos y mucha basura agitada por el viento.

El empadronamiento para poder votar comenzó en septiembre de 2005. Desde esa fecha hasta el pasado marzo lo hicieron 5.452 personas. "Venían entre 30 y 40 personas al día", recuerda el cónsul general. Pero a partir de entonces se produjo una avalancha que se ha traducido en la comparecencia de unos 25.000 ecuatorianos, según el cónsul.

A las 19.10 de ayer, cuando se abrió de nuevo la puerta del consulado para dejar entrar a otro grupo, quienes esperaban en la calle se agolparon en un intento de entrar todos al mismo tiempo. Son los últimos entre los más de 25.000 que han acudido al consulado para empadronarse desde el primer día de marzo pasado. A las ocho de la tarde, más de 31.300 ecuatorianos habían formalizado la inscripción para poder emitir su voto dentro de cinco meses.

La movilización de los ecuatorianos residentes en Madrid sorprendió el consulado y obligó a sus funcionarios a cambiar sus horarios y a trabajar durante los seis últimos fines de semana para poder atender en exclusiva a los que querían realizar este trámite. "Somos 22 personas trabajando sólo en esto, y ya no podemos más. Sé que la gente está cabreada, pero no hay más remedio que seguir", relataba Martínez Espínola.

Los rumores sobre las cuantiosas multas que podrían recaer sobre los ecuatorianos que no se hubieran empadronado han provocado la presencia masiva hacia el consulado, "superando todas las expectativas", según el cónsul general. "Creo que ha habido una confusión con el sistema que rige en Perú, donde todos sus nacionales están obligados a votar aunque residan fuera del país. Pero en Ecuador, el voto para los que están en el extranjero no es obligatorio, sino voluntario", afirmaba el cónsul. "Creo que la gente quiere votar, porque en los primeros días de este proceso informamos a todos los ecuatorianos de que no era obligatorio empadronarse, excepto si deseaban votar el 15 de octubre. Pero ellos han seguido haciendo colas, lo que me induce a pensar que la gente quiere ejercer su derecho al voto", cuenta.

"Yo visité Ecuador en enero y para salir del país he tenido que pagar 12 dólares [9,91 euros] de multa porque no voté en 1994", afirma Elizabet Caputi enseñando el papel de la sanción. Lo que le ocurrió en realidad es que en aquellas fechas ya estaba en España, pero las autoridades ecuatorianas no tenían constancia de ello. Por tanto, oficialmente residía en Ecuador y debería de haber depositado su papeleta.

"El empadronamiento debería poder hacerse por Internet. Y creo que se hace así para dificultar que votemos los que estamos fuera de Ecuador. Somos más de 150.000 y tienen un voto pensado que no es fácil de cambiar", reclamaba el presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Ecuatorianos en España, Max Bladimir Íñiguez. La asociación también tramita el empadronamiento y ayer entregaba 500 documentos en el consulado.