Las obras de la variante de Sueca incumplen detalles ambientales

Las obras de la variante de la CN-332 a su paso por Sueca incumplen preceptos establecidos en la declaración de impacto ambiental de la Secretaría General de Medio Ambiente de marzo de 2001, tal y como reconoció al mediodía de ayer Ramón García Vendrell, presentado como director de la obra en la visita realizada a la capital de La Ribera Baixa por el delegado del gobierno Antoni Bernabé. Las actuaciones impuestas afectan al Parque de L'Albufera y al río Júcar. Las medidas se refieren a la impermeabilización de las instalaciones para reparar maquinaria, las balsas de decantación provisionales para evitar vertidos de sustancias tóxicas y el control de aceites, grasas y combustibles. García Vendrell recordó que "está prevista la realización de balsas de decantación de residuos tóxicos". Bernabé, acompañado por el subdelegado del gobierno Luis Felipe Martínez, y el alcalde de Sueca, Salvador Gil, visitaron las obras. El desvío que ahora se construye es una vieja reivindicación de gran parte de los vecinos desde hace más de dos décadas. El vial proyectado arranca poco antes de Sueca (será de doble carril en unos seis kilómetros), pasa junto al Júcar a la altura del puente de Riola, cruza con un enlace en el puente de Corbera y recupera su condición original de un carril para cada sentido (2,4 kilómetros) a la altura del cruce de Cullera.