Aquí no pasa nada

Jornada de empates, de equipos dominados por el miedo. El campeón tiene nombre desde hace mucho tiempo. Lo sabe el Barça y lo saben sus rivales, que pelean por el segundo puesto. No es poca cosa. Merece un esfuerzo aliviarse de los duros partidos de clasificación en la Liga de Campeones. Los equipos detestan adelantar los planes de entrenamiento y añadir un mes de competición a un calendario suficientemente cargado. El Valencia y Osasuna no perdieron de vista su oportunidad. Ganaron fuera de casa y acorralan al Real Madrid, que se enfrenta a un desagradable final de temporada. No tiene la mentalidad, ni el ánimo, para combatir por un premio que le suena demasiado menor. Después de tres años sin títulos, el Madrid es un equipo en franca decadencia. La renuncia de Florentino Pérez ha trasladado al plano institucional todos los problemas que afectaban a la parte deportiva. El club parece más débil, sin voz, sin músculo. El Madrid se enfrenta en medio de la confusión a una crisis que afecta a la credibilidad de los directivos, técnicos y jugadores, muchos de los cuales tienen la vista en otra parte: en el Mundial o en un futuro fuera del club.

El Barça reserva energías y jugadores para la Liga de Campeones. Empató en Santander en un partido sin dueño. Cualquiera pudo ganar. El Racing demostró nuevamente que juega por encima del puesto que ocupa en la clasificación. Sus jóvenes jugadores apuntan maneras, pero sufren de inexperiencia. Es un equipo que tiende a complicarse la vida, pero da una impresión de vitalidad que no se aprecia a su alrededor. Aunque el Málaga y el Cádiz se acercan irremediablemente al descenso, los demás no se estiran. Hubo seis empates en la jornada, casi todos protagonizados por los equipos que pretenden evitar el batacazo. Nadie gana a nadie en las profundidades de la clasificación. Seis equipos -Athletic, Mallorca, Racing, Alavés, Espanyol y Real Sociedad- están a tiro de descenso. Todos empataron, excepto el Alavés, que perdió frente al tenaz Osasuna, cuyo pronóstico para esta temporada era evitarse los problemas de siempre. Lo ha conseguido con sobresaliente. Su sorprendente objetivo es el segundo puesto en el mejor año de su larga historia.