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El Parlamento alemán investigará el papel de su espionaje en Irak

El Parlamento Federal alemán (Bundestag) constituyó ayer la comisión encargada de investigar las actividades de los servicios secretos durante la guerra de Irak y en relación con la lucha antiterrorista. Los trabajos de la comisión se espera que concluyan antes de fin de año y en ella deberán testificar el ex canciller socialdemócrata Gerhard Schröder (SPD), su ministro de Exteriores, el ecopacifista Joschka Fischer; el ex ministro del Interior Otto Schily (SPD) y el actual ministro de Exteriores Franz Steinmeier (SPD), que durante el Gobierno de Schröder estaba encargado en la Cancillería de coordinar los trabajos de los servicios secretos.

La Constitución alemana protege a las minorías políticas y establece que un 25% de los votos basta para crear comisiones de investigación en el Bundestag. La gran coalición entre democristianos (CDU/CSU) y socialdemócratas (SPD) cuenta con 448 diputados, casi un 73% de los 614 del Bundestag, y puede, en la práctica, machacar a la oposición, que cuenta sólo con 166 escaños. Para sacar adelante una comisión de investigación tienen que ponerse de acuerdo grupos tan heterogéneos como el derechista partido liberal (FDP), los ecopacifistas verdes y el Partido de la Izquierda, que agrupa a poscomunistas y disidentes de la socialdemocracia. En esta ocasión, la oposición lo ha conseguido.

La comisión está encargada de investigar cuatro asuntos esenciales: a) la colaboración del espionaje alemán, el Servicio Federal de Información (BND), con la guerra de Estados Unidos en Irak, a pesar de que Alemania no participó en ella; b) los vuelos de aviones de la CIA con presos sospechosos de terrorismo sobre el territorio y con aterrizajes en aeropuertos alemanes; c) los interrogatorios por policías o agentes alemanes a ciudadanos de esta nacionalidad bajo situaciones de tortura o similares en Siria y Guantánamo, d) el secuestro y encarcelamiento en Afganistán por parte de la CIA del ciudadano alemán de origen libanés Jaled el Masri.

Información peligrosa

Desde un primer momento ha quedado claro que el Gobierno de la gran coalición intentará impedir que la oposición desprestigie a los servicios secretos o acceda a una información considerada peligrosa. La comisión consta de 11 miembros: cuatro democristianos (CDU/CSU), cuatro socialdemócratas y uno para cada uno de los partidos de oposición, los liberales (FDP), Los Verdes y el Partido de la Izquierda. Con esta mayoría de ocho contra tres, la gran coalición podrá pasar el rodillo en la comisión de investigación. El Gobierno impuso que el presidente y el vicepresidente sean de la CDU y el SPD, lo que es importante porque en los casos en que se declare el secreto de los documentos, sólo los presidentes tendrán acceso a ellos.

La comisión tiene el carácter de un tribunal, los testigos declaran bajo juramento y si mienten incurren en el delito de perjurio.

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