Benedicto XVI pide superar obstáculos en el camino de la paz

La celebración mañana del quinto centenario del nacimiento de uno de los promotores más ilustres de la Compañía de Jesús, el navarro Francisco Javier, sirvió ayer al Papa para hablar del proceso abierto tras el alto el fuego de ETA. Benedicto XVI dijo: "Os invito a rezar para que todos intensifiquen sus esfuerzos por consolidar los horizontes de paz que parecen abrirse en el País Vasco y en toda España, y a superar los obstáculos que puedan presentarse".

Benedicto XVI hizo este llamamiento ante los miles de personas que asistían ayer, en la plaza de San Pedro en el Vaticano, a la habitual audiencia pública papal de los miércoles. Tras resumir la catequesis y recordar que mañana, 7 de abril, se celebran los 500 años del nacimiento del jesuita san Francisco Javier, el pontífice romano añadió en español: "Os invito a rezar para que, por intercesión de este santo, todos intensifiquen sus esfuerzos por consolidar los horizontes de paz que parecen abrirse en el País Vasco y en toda España, y a superar los obstáculos que puedan presentarse a lo largo de este camino".

El Gobierno español agradeció inmediatamente "mucho y de corazón" ese apoyo del Papa al proceso de paz, agradecimiento que le trasladará personalmente el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, el próximo mes de julio cuando Benedicto XVI visite Valencia para clausurar el V Encuentro Mundial de las Familias. Fue el secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda, quien expresó esa gratitud, en la conferencia de prensa que ofreció tras la reunión, en el palacio de la Moncloa, entre Rodríguez Zapatero y el dirigente de CiU Josep Antoni Duran Lleida.

La interpretación que el Gobierno hace del apoyo papal podría zanjar la polémica sobre la diversa actitud de los obispos españoles ante el proceso abierto tras el anuncio de alto el fuego terrorista. El sector más conservador de la Conferencia Episcopal, encabezado por su vicepresidente, el cardenal primado de Toledo, Antonio Cañizares, y por el portavoz Juan Antonio Martínez Camino, sostiene que la "doctrina oficial" de la Iglesia es que ETA debe ser excluida de todo proceso de diálogo, porque no representa políticamente a nadie. En cambio, los cuatro prelados vascos, incluido el presidente del máximo organismo episcopal, el obispo de Bilbao, Ricardo Blázquez, creen que el anuncio de la banda debe ser acogido con este "haz" de sentimientos: "Alivio, alegría, prudencia, cautela, responsabilidad y, por encima de todo, esperanza". Blázquez reiteró ayer por la tarde, en declaraciones a la cadena Cope, su deseo de que la paloma de la paz "levante el vuelo" sin plomo que la arrastre.

Esta tesis del presidente de la Conferencia Episcopal es compartida por la inmensa mayoría de los obispos catalanes y por el cardenal arzobispo de Sevilla, Carlos Amigo, entre otros muchos miembros del sector moderado de la jerarquía española.

Sin controversia

El Ejecutivo socialista había guardado silencio sobre estas divergencias, que se extienden también a otros campos de la acción de gobierno. Ello explica el cariño con que el secretario de Estado de Comunicación acogió ayer las inesperadas palabras del pontífice romano en apoyo el proceso de paz. En palabras de Fernando Moraleda, Benedicto XVI cuenta con "el mayor respeto" del Gobierno, porque eso supone respetar también, dijo, a los millones de fieles católicos españoles.

"La visita del Papa es una buena noticia para España y, por tanto, una buena noticia para el Gobierno, y el Gobierno se alejará en su comportamiento de cualquier controversia que pueda poner en duda esta voluntad", agregó Moraleda en réplica a una pregunta sobre las controversias generadas por la organización del encuentro mundial de las familias en Valencia.