Otra masiva protesta contra la reforma laboral ahonda la crisis en el Gobierno francés
Más de un millón de franceses salieron ayer de nuevo a la calle para protestar contra el ya difunto contrato de primer empleo (CPE), concebido para facilitar el acceso de los jóvenes al mercado laboral y rechazado de plano por estudiantes y sindicatos. El Ministerio del Interior francés señaló que ayer hubo 258 manifestaciones por todo el país. El primer ministro, Dominique de Villepin, reconoció ante la Asamblea Nacional que su prioridad es "salir rápidamente de la actual crisis", mientras su popularidad caía al nivel más bajo desde que hace 10 meses accedió al puesto. Su gran rival, el ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, ha convocado para hoy a sindicatos y estudiantes para negociar una alternativa al CPE.
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