Williams acribilla al Madrid
El base y Fucka lideran el triunfo de los azulgrana en el primer partido de la serie
Quiso la Euroliga llevar el clásico español a Europa y el Barça, animado por el escenario y el premio en juego -el pase a la final a cuatro de Praga-, se agrandó. Se sacudió la presión de encima, aprovechó el favoritismo que le habían otorgado y, tocado por la mano de Williams, sacudió al Madrid, en el primer duelo de cuartos (72-58). Joan Laporta, poco dado a visitar el Blaugrana -hacía más de un año que el presidente del Barça, precisamente en otro enfrentamiento con el Madrid, no visitaba la cancha-, aplaudió el triunfo desde el palco. Y no sin razón: concebido como un duelo en tres actos, el Barça ha dado un paso de gigante para plantarse en la final, pues el tercero, de ser necesario, se dirimirá de nuevo en el Palau.
WINTERTHUR BARÇA 72 - REAL MADRID 58
Wintherthur Barcelona: Fucka (7), Marconato (4), Williams (23), Navarro (0), De la Fuente (2) -equipo inicial-; Kakiouzis (19), Cota (2), Thornton (5), Basile (10) Trias (0) y Grimau (0).
Real Madrid: Hamilton (4), Sonko (5), Reyes (9), Bullock (19), Scales (9) -equipo inicial-; Gelabale (4), Rakocevic (8) y Hervelle (0)
Árbitros: Voredis, Lamonica y Dozai. No excluyeron a ningún jugador.
Unos 8.000 espectadores en el Palau Blaugrana. El segundo partido de los play-offs se disputará mañana en Madrid.
4º CUARTO 22-18
3º CUARTO 16-14
2º CUARTO 17-8
1º CUARTO 17-18
Las gracias se las debe dar el conjunto de Ivanovic a Fucka y a Williams, que, justo antes de abrazar el descanso, con tres triples consecutivos, desatascó a un Barça hasta entonces en tensión. Incluso Ivanovic premió ayer al base, tan acertado de cara al aro como alocado, a veces, en la dirección.
Señalado como favorito en casi todas las apuestas, el Barça saltó a la cancha atenazado por la presión, sin demasiadas ideas ofensivas, a expensas de las acciones individuales, que tardaron en llegar. Fallaron los azulgrana sus tres primeros ataques y los mismos erró el Madrid, hasta que Williams abrió el marcador. Muy bien plantado en defensa, el Madrid buscó en Bullock el remedio anotador que no encontraron ni Hamilton ni Reyes bajo el aro. Fucka había marcado su radio de acción y los pivotes madridistas toparon una y otra vez con sus enormes brazos. Empujado por Bullock, el conjunto de Maljkovic parecía marcar el paso, pero el Barça se iba recomponiendo, ajustando su defensa, liberando la tensión. Basile, que sustituyó a un Navarro inédito, escenificó el cambio. Buscó la línea de tres, le siguió Williams y el Barça atrapó al Madrid (17-18), que no había abierto hueco en el marcador.
Entonado, el equipo de Ivanovic le cogió gusto al encuentro, confiado en el buen hacer de Fucka, que se sacudió su habitual apatía y hasta arrancó aplausos. Su intimidación en la zona azulgrana y la buena defensa del Barça descompusieron al Madrid que, durante cinco minutos, se quedó seco. El conjunto de Ivanovic parecía tenerlo todo a favor para abrir brecha y, sin embargo, no lo aprovechó. Cojo en el juego exterior -Navarro pareció demasiado mediatizado por su lesión-, sólo Kakiouzis y Thornton veían aro (25-20). Hasta que Williams se iluminó. Ivanovic le dio de nuevo el mando y, lejos de dirigir, el estadounidense explotó un momento de inspiración: anotó tres triples consecutivos e hizo despegar al Barça (34-24). Nadie en el Madrid, ni Rakocevic ni Bullock, le acertó a parar.
El Barcelona parecía haber puesto la directa y ni siquiera el largo parón del descanso -la reparación de un fluorescente lo prolongó 25 minutos- lo desestabilizó. El Madrid hizo algún tímido intento por modificar el estado de las cosas, pero no lo logró. El Barça se había hecho el amo del duelo: Kakiouzis se multiplicó bajo los dos aros; Fucka le recordó, con un mate en la cara, su jerarquía a Hamilton; y Basile y, sobre todo, Williams siguieron su fiesta particular desde la línea de tres (62-44). El Barça, a menudo demasiado pendiente de Navarro, apenas se acordó de él. Ivanovic hasta pudo reservarlo, para que reponga fuerzas, para el segundo asalto, mañana, en Madrid.
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