Recordando a Wojtyla
Miles de personas se congregaron ayer en la plaza de San Pedro de Roma en el primer aniversario de la muerte de Juan Pablo II. Se calcula en unas 100.000 las personas que iban a participar en los actos conmemorativos de ayer y hoy. En su polaca ciudad natal, Cracovia, muchos ciudadanos se reunieron a las 21.37, la hora de su fallecimiento tras una agonía que fue seguida con ansia en todo el mundo.
La muerte y los funerales de Karol Wojtyla conmocionaron por encima de creencias o simpatías religiosas. Juan Pablo II ha pasado a la historia como uno de los pontífices que más huella dejaron a la Iglesia católica y uno de los líderes mundiales de referencia del pasado siglo. "Santo ya", se leía en varias pancartas que destacaban entre la marea humana concentrada el día de sus exequias. Su sucesor, Benedicto XVI, que ayer recordó ante los fieles reunidos en la inmensa plaza vaticana los momentos más críticos de la enfermedad del Papa polaco, decidió abrir el proceso para su beatificación el pasado junio, sin esperar a que transcurrieran los reglamentados cinco años después de la muerte de cualquier aspirante a ella.
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