Las corrientes subterráneas del PSPV

Los socialistas valencianos abrirán en el Comité Nacional del próximo 29 de abril el proceso de primarias para elegir el candidato del PSPV-PSOE a la presidencia de la Generalitat en 2007. La reunión no pasará de ser un mero trámite para cubrir el expediente. Resulta impensable la posibilidad de que exista una alternativa a Joan Ignasi Pla, secretario general del PSPV-PSOE. Este ha querido separar su aclamación interna, porque de eso se trata, del resto de primarias para elegir los candidatos a las alcaldías de las grandes ciudades que, según el guión establecido por el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, arrancará el 15 de octubre.

La convicción unánime en todos los sectores del PSPV de que no hay más candidato que Pla a la presidencia de la Generalitat proyecta una imagen de aparente cohesión interna que se compadece mal con las corrientes subterráneas existentes en la organización socialista. Las tensiones entre las diferentes familias del PSPV para conseguir la mayor cuota de poder en las candidaturas autonómicas son fácilmente detectables. El consenso en torno a la candidatura de Pla es muy amplio; pero ahí termina. Un cargo socialista, con quinquenios de experiencia a sus espaldas, se pregunta en voz alta: "¿Pla piensa tener en cuenta a la organización del partido en sus primarias?". Una duda que, traducida, oculta una advertencia: "El candidato a la presidencia de la Generalitat debe contar con el aparato del partido en la elaboración de las candidaturas. De lo contrario...".

La confección de las listas es, desde el punto de vista interno, la parte más frágil del proyecto para alcanzar el gobierno de la Generalitat. Todos los sectores del socialismo valenciano coinciden en que Pla tendrá manos libres para elaborar su Consell, como hizo con la ejecutiva en el congreso del partido en Castellón. "La sensación de mucha gente es que se está volviendo a la romerización del partido", apunta un miembro del Comité Nacional, evocando las razones que llevaron a Joan Romero a dimitir como candidato a la presidencia de la Generalitat en plena bronca interna por la confección de las listas. Esta fuente asegura que en determinados sectores del socialismo valenciano existe el temor de que Pla "pase" de los barones comarcales en la elaboración de las candidaturas y apueste por referentes ajenos al PSPV. "Si quiere hacer experimentos, que los haga en el Consell", concluye.

Buena prueba de la existencia de tensiones internas son las constantes hipótesis que, con sordina, elaboran dirigentes socialistas de todas las tendencias en el supuesto de que Pla no consiga la presidencia de la Generalitat. El Día D+1 está presente en todas estas reflexiones, al extremo que los diferentes sectores se acusan soterradamente de tener como objetivo prioritario alcanzar una mayoría en el grupo parlamentario que surgirá de las autonómicas de 2007, antes que la victoria electoral. Los insistentes rumores sobre el supuesto papel que en la sombra juegan personas como Joan Romero o Antoni Asunción, así como la posibilidad de que Pla dimitiera de la secretaría general y designara un sucesor al frente del partido, caso de que alcanzara la presidencia de la Generalitat, revelan hasta qué punto algunos dirigentes del PSPV están más preocupados por el Día D+1, que por alcanzar la victoria en las urnas. Sólo Pla parece convencido de sus posibilidades.

En este contexto menudean las reuniones de todos los sectores y circulan toda clase de especulaciones. Desde quien afirma que uno de los dos sectores que cohabitan en Blanquerías quiere abandonar la sede para instalarse en otras oficinas, siguiendo el modelo de Gobelas, con financiación autónoma, hasta el que se muestra convencido de la necesidad de una renovación a fondo del grupo parlamentario.

Pese a este cruce de dimes y diretes, algunas candidaturas comienzan a perfilarse para las alcaldías de Alicante, Castellón y Valencia. Etelvina Andreu y Salvador Ordóñez para la capital de L'Alacantí; Juan María Calles o Francisco Toledo en la ciudad de La Plana y Rafael Rubio, a falta de alguna sorpresa, que diría Jordi Sevilla, por Valencia, son los nombres con mayores posibilidades. Paradójicamente, parece que donde habrá menos problemas, tanto para las municipales como para las autonómicas, será en Alicante, mientras que la mayor confrontación se dará Valencia.

El gran reto de Pla, según diversas fuentes, será mantener la frágil cohesión interna y realizar un discurso en el que compagine su alternativa política con las críticas al PP, especialmente en el apartado de la corrupción. La gestión política de Zapatero será un activo más. Tal vez el más relevante.