"Fuera hay más afición al flamenco que en España"
Las 250 sillas colocadas se quedaron cortas para prestar asiento a los interesados en escuchar el miércoles en Bilbao la conferencia El baile flamenco en la época de los tablaos en boca de José María Velázquez-Gaztelu. El flamencólogo y poeta gaditano, que conduce Nuestro flamenco en Radio Nacional, impulsó en los años setenta la serie televisiva Rito y geografía del flamenco, y ha recibido en tres ocasiones el Premio Nacional de la Cátedra de Flamencología de Jerez.
Pregunta. La bailaora que ilustra su charla, María Martín, es bilbaína. ¿El duende está en todas partes?
Respuesta. No, prácticamente no existe. Puede aparecer de pronto si estás viendo un espectáculo flamenco, en medio del silencio y sin venir a qué, porque el duende es absolutamente sorpresivo, sientes que te da una especie de descarga eléctrica. Quiere decir que la música o la danza han ejercido un impacto en una parte muy sensible del espectador y lo han conmovido, pero no tiene explicación.
"El duende es absolutamente sorpresivo. Quiere decir que la música o la danza han conmovido al espectador, pero no tiene explicación"
P. Es usted poeta. ¿El flamenco tiene mucho de poesía visual?
R. Naturalmente. La danza es poesía visual y las letras tradicionales del flamenco están consideradas por estudiosos de todo el mundo como una de las muestras más hermosas de la poesía popular. Además, unos cantaores han convertido poemas en letras de cante, dándoles dimensión flamenca. Y eso favorece al flamenco y a la poesía.
P. El baile, al ser más difícil de comercializar y fusionar, ¿conserva en mayor medida las esencias flamencas?
R. Hombre, si no lo hiciera no sería baile flamenco. Pero le conviene mantenerlas porque el baile que tiene más importancia en el mundo, comercialmente, es el baile flamenco. De hecho, fuera hay más afición que en España; posiblemente no hay un conocimiento del flamenco, pero sí una gran sensibilidad, que es lo que falta en nuestro país.
P. ¿Hay que vivir como un drama que Tokio sea hoy la capital mundial del arte flamenco?
R. No, hay que vivirlo como una bendición. En Tokio hay 25 tablaos funcionando.
P. ¿Es cierto que se maltrató al flamenco en cafés cantantes y tablaos?
R. En alguna época sí, porque se quiso hacer algo tan comercial que algunos empresarios llegaron a dañarlo. Pero el flamenco es un corpus musical y dancístico de una gran categoría y se puede reponer de cualquier agresión. Ahora mismo está funcionando de maravilla y es una de las artes más consideradas de todo el planeta. Hubo una época en la que iba en una única dirección, pero hoy es un árbol que se ha ramificado, se ha enriquecido.
P. ¿La bailaora baila de cintura para arriba, y el bailaor de cintura para abajo?
R. Eso es una tradición que viene desde tiempos remotos. La bailaora tiene que enamorar al público, y lo hace con sus brazos, con su cara, con su cintura. El hombre enamora con la fuerza, con la gallardía, con los pies. Sin embargo, creo el baile es un elemento armónico en el que interviene todo el cuerpo.
P. Como dijo Morente, ¿el arte se adquiere en Andalucía y la profesionalidad en Madrid?
R. Lo que dice Enrique siempre va a misa y, en este caso, es una misa de gloria.
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