_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Más alto de lo que aparenta

Juan Ignacio Crespo

El primer trimestre de 2006 ha visto crecer fuertemente la rentabilidad de los fondos de renta variable y decaer, en cambio, la de los de renta fija. Fijándose en los casos más extremos, la mejor rentabilidad de entre el primer grupo de fondos corresponde a los que invierten en Rusia (22%) y la peor, de entre los segundos, a los que lo hacen en bonos denominados en dólares australianos (-4,5%).

El rendimiento medio de las diversas clases de fondos se ha situado, por tanto, entre esos dos extremos, síntomas de una situación que aparenta ser muy sólida para las Bolsas y de bastante debilidad para los mercados de renta fija, pública y privada.

Si algo ha cambiado radicalmente durante el primer trimestre, ese algo ha sido la percepción que tienen los mercados sobre lo que va a ser la evolución futura de los tipos de interés de largo plazo. Y no es que no estuviera claro que la política de los diferentes bancos centrales a lo largo de 2006 iba a ser de subida paulatina de los tipos de interés de intervención, sino que cabía la expectativa de que, al igual que había ocurrido durante los 18 meses previos, la reacción de los tipos de los plazos largos fuera a la baja en vez de al alza. O dicho de otro modo, que las curvas de tipos de interés tendieran a invertirse.

Pues bien, a estas alturas del año, no parece que ése vaya a ser el caso. De modo que los fondos de renta fija norteamericana ya acumulan en el año unas pérdidas de 2,85% (medidas en dólares). Algo semejante, aunque con pérdidas más moderadas, le ha sucedido a los fondos que invierten en bonos japoneses, en los de mercados emergentes o en los de la UE.

Los fondos de renta variable, en cambio, han disfrutado de uno de sus mejores trimestres, si bien con diferencias apreciables según el foco geográfico de sus inversiones. Así, los fondos de renta variable que invierten en acciones cotizadas de Estados Unidos han acumulado en el primer trimestre de 2006 una rentabilidad de 1,1%. Esa rentabilidad es fruto de la subida que han experimentado las Bolsas de ese país desde comienzo de año, bien que reducida por la depreciación del 2,2% que ha tenido el dólar frente al euro en idéntico periodo.

Dentro de Estados Unidos, a su vez, las diferencias han sido notables entre las distintas clases de fondos de renta variable, pues los que invierten en empresas de capitalización pequeña y mediana han acumulado una rentabilidad de 6,28%. En cualquier caso son rendimientos peores que los de los fondos de renta variable de la Eurozona (7,5%) o de los que invierten en la Bolsa española (10,2%). ¿Qué es lo que cabe esperar para los próximos meses? En el pasado, las subidas o bajadas de las Bolsas norteamericanas condicionaban en gran medida el comportamiento de las europeas. Sin embargo, desde hace algo más de un año ha dejado de ser así (al menos de una manera tan determinante): la correlación entre las Bolsas a ambos lados del Atlántico ha decrecido sensiblemente. De hecho, simplificándolo un poco, se podría decir que durante los últimos doce meses han estado moviéndose en una especie de contradanza: durante la primavera y el verano de 2005 las Bolsas europeas subían mientras que las norteamericanas oscilaban dentro de una franja, sin conseguir salir de ella (lo que suele denominarse movimiento lateral); en el otoño ocurría justamente lo contrario, y eran las Bolsas de Estados Unidos las que se movían al alza en tanto que las europeas hacían un movimiento doble, de caída primero y recuperación después. Durante el reciente invierno ha sido en Europa donde se ha reanudado el movimiento alcista de las cotizaciones, en tanto que en Estados Unidos parecían atrapadas de nuevo en un movimiento lateral. Ha sido ya casi llegada la primavera cuando los índices norteamericanos parecían despertar de nuevo a la par que los europeos se estancaban.

De conjunto, y a pesar de este movimiento alternante, las revalorizaciones conseguidas en Europa han sido muy superiores a las habidas en Norteamérica. Y eso ha sido así no sólo durante los últimos doce meses sino también en el conjunto de los tres últimos años durante los que la rentabilidad media anual compuesta de los fondos de renta variable norteamericana ha sido del 11,4%, muy inferior al 27% de, por ejemplo, los de renta variable española. De ahí que sea razonable esperar que los fondos de renta variable europea se tomen una pausa mientras que los norteamericanos tengan todavía un cierto margen de subida.

Los fondos de renta fija, por su parte, seguirán probablemente languideciendo (o acumulando pérdidas) hasta que se aviste el final de la subida de tipos de interés por parte de la Reserva Federal en Estados Unidos, algo que no ocurrirá previsiblemente antes del próximo mes de mayo.

Juan Ignacio Crespo es director general de Finanduero.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_