Cuenca, tradición e innovación

La Semana Santa se vive en Cuenca con intensa austeridad. A la singularidad de su arquitectura, la magia de sus paisajes y de sus procesiones, se une desde 1962 una celebración que es puro aliento espiritual para el alma melómana, la Semana de Música Religiosa de Cuenca. Desde el canto gregoriano a la creación actual, su exquisita programación conjuga tradición e innovación. En su 45ª edición, el festival conquense celebra por todo lo alto el 250º aniversario del nacimiento de Mozart dedicando al genial compositor austriaco cuatro de los veintidós conciertos programados. "Mozart es quizás el compositor más importante de todos los tiempos y Cuenca quiere rendirle un gran homenaje, como todos los grandes festivales europeos que se han sumado a la celebración del Año Mozart", explica Antonio Moral, que cierra con esta edición su etapa como director artístico del festival conquense para consagrarse exclusivamente a su tarea como director artístico del Teatro Real de Madrid.

La programación se abre el

próximo 7 de abril en el Teatro Auditorio con la interpretación de una poco conocida obra mozartiana, la cantata Davide Penitente, K 469, en un concierto a cargo de la Orquesta y Coro Nacionales de España bajo la dirección de su titular, Josep Pons. La obra comparte programa con la Sinfonía de los Salmos, de Stravinski, y con el primero de los tres estrenos absolutos del festival, la Sinfonía bíblica del compositor cántabro Eduardo Rincón. En el concierto intervienen como solistas la soprano Ruth Rosique, la mezzosoprano Elena Gragera, el tenor Joan Cabero y el barítono José Antonio López.

Mozart también reinará en el concierto de clausura, el Domingo de Pascua, con una versión de la célebre Misa de la Coronación, K 317, dirigida por un consumado intérprete mozartiano, Frans Brüggen, al frente del Coro de Cámara Holandés, la Orquesta del Siglo XVIII, con la soprano Claron McFadden, la mezzosoprano Wilke Te Brummelstroete, el tenor Anders Dahlin y el bajo Jelles Drauer como solistas. Un día antes, Brüggen dirigirá otras tres joyas mozartianas, los motetes Ave verum corpus y Exsultate, jubilate y la Gran Misa en do menor, K 427. Como delicioso contrapunto mozartiano, el festival propone la versión que el propio Mozart hiciera del célebre oratorio de Händel El Mesías, a cargo del conjunto vocal The Sixteen de Harry Christophers, acompañados por su orquesta, The Symphony of Harmony and Invention.

El capítulo de estrenos absolutos incluye, junto a la pieza de Eduardo Rincón, otra obra de encargo, el segundo cuarteto de la joven compositora rusa Lera Auerbach (Chelyabinks, 1973), afincada desde 1991 en Estados Unidos, y una pieza para violín solo del compositor mallorquín Antoni Parera Fons. "La renovación del repertorio tradicional es una constante apuesta en la programación, un amplio abanico que incluye este año tres estrenos absolutos, significativas recuperaciones del patrimonio histórico hispano y la difusión de obras infrecuentes. Y todo ello compartiendo protagonismo con las grandes páginas del repertorio sacro de todos los tiempos, que necesariamente han ser revisadas por un festival de carácter religioso como es el conquense", afirma Moral.

La nueva partitura de Lera Auerbach, titulada Primera Luz, se estrena con intérpretes de lujo; el Cuarteto de Tokio, uno de los mejores conjuntos de cámara del mundo. El concierto incluye como gran atractivo la versión para cuarteto de cuerda de Las siete últimas Palabras de Cristo en la Cruz, de Haydn. "Será además la primera vez que se escuche en España una partitura de Auerbach, una compositora joven, con una obra de un fuerte carácter místico. Creo que hará una buena pareja con el veterano y prolífico Eduardo Rincón, de 81 años", dice Moral.

El estreno de la pieza de Antoni Parera Fons, Lamento de Jueves Santo en Cuenca, corre a cargo del violinista libanés de origen armenio Ara Malikian, dentro de la serie Abstracciones místicas, ciclo que combina las Seis Sonatas y Partitas para violín solo de Johann Sebastian Bach con otras dos obras contemporáneas, firmadas por Carmelo Bernaola y Adom Khoudoyan.

En el apartado de la música contemporánea destaca el concierto que ofrece el gran compositor polaco Krzysztof Penderecki dirigiendo tres obras propias a la Joven Orquesta Nacional de España ( JONDE) y el Cor de la Generalitat Valenciana. Dos de ellas vieron la luz el año pasado y se ofrecen con carácter de estreno en España, la ambiciosa Sinfonía número 8, Lieder der Vergänglichkeit (Cantos de lo efímero), para solistas, coro y orquesta, y la Chacona en memoria de Juan Pablo II para cuerdas. Penderecki completa el programa con su conocido Stabat Mater para coro mixto a capella.

La gran apuesta en el terre

no de la recuperación del repertorio español es el estreno en tiempos modernos del oratorio sacro La Gloria de los Santos del compositor catalán Pere Rabassa (1683-1767) que fue estrenado en la iglesia de San Felipe Neri de Valencia en 1715. Josep Cabré dirige este significativo rescate al frente de la Compañía Musical. Àngel Recasens y su grupo La Grande Chapelle propone más músicas inéditas en un concierto con obras de polifonistas españoles del siglo XVII como Joan Baptiste Comes, López de Velasco, Cristóbal Galán y Carlos Patiño. Por su parte, Rinaldo Alessandrini ofrece con el Concerto Italiano una muestra de la gran polifonía italiana de los siglos XVI y XVII, con páginas de Fabricio Dentice, Carlo Gesualdo, Francesco Durante y Scarlatti.