Concluye la devolución a Mauritania de los primeros 170 inmigrantes
Los 'sin papeles' fueron enviados a Nuakchot sin pasar por el centro de acogida de Nuadibú
El Gobierno devolvió ayer a las autoridades de Mauritania a un tercer grupo de 60 inmigrantes que llegaron a las costas de Canarias durante los últimos meses procedentes de ese país. Este último grupo de subsaharianos completa el primer cupo de 170 entregas acordado por los Ejecutivos de ambos países el pasado 15 de marzo, cuando se decidió reactivar el acuerdo de readmisión hispano-mauritano de julio de 2003. Ninguno de los inmigrantes pasó por el centro de acogida levantado por 35 militares del cuerpo de Ingenieros del Ejército en una vieja escuela de Nuadibú, localidad desde donde sale la mayoría de las embarcaciones hacia España. Todos fueron conducidos a la capital del país, Nuatchok.
El centro de acogida, que Mauritania quiere reconvertir en centro de retención, fue construido en sólo tres días. Consta de 16 tiendas de campaña y literas para 350 personas. Pero las autoridades españolas todavía no han entregado la instalación al Ejecutivo mauritano, según un miembro de la Cruz Roja española desplazado hasta esa ciudad y citado por Europa Press. Se esperaba que los inmigrantes fueran trasladados a ese campamento para ser atendidos antes de que se les repatriara a sus países.
Como en los dos vuelos anteriores, los 60 subsaharianos devueltos ayer fueron introducidos en furgones y enviados a Nuatchok inmediatamente después de que aterrizaran en Nuadibú. Volaron hasta allí en un avión fletado por la Dirección General de Policía que partió desde Fuerteventura la pasada madrugada, según Interior. La mayoría de los repatriados proceden de Senegal y Malí, países con los que Mauritania tiene tratados de libre circulación. En los dos vuelos anteriores organizados el domingo y el martes, viajaban 50 y 60 inmigrantes, respectivamente.
La Cruz Roja desconoce si alguno de esos 170 subsaharianos devueltos por España ya ha sido repatriado por Mauritania a su país. Fuentes de la organización humanitaria consideraron previsible que la entrega se demore unos días mientras se organizan las devoluciones, por lo que se espera que pasen varios días retenidos en la capital del país. Sus voluntarios tuvieron un contacto muy breve con los subsaharianos antes de que subieran a las furgonetas que les condujeron a la capital, por lo que no averiguaron si conocían su destino inmediato y que iban a ser devueltos.
Aun así, el flujo de inmigrantes africanos hacia España no se detiene. Las autoridades mauritanas interceptaron en la madrugada de ayer a otros 23 subsaharianos a bordo de una embarcación en las cercanías de Nuadibú con la intención de llegar a Canarias.
Dos días sin comer
Este grupo tampoco fue conducido al campamento levantado por el Ejército español, sino a uno de los centros de detención de la ciudad, donde fueron atendidos por miembros de organizaciones humanitarias, que les suministraron mantas, alimento y agua, ya que, según fuentes de la Cruz Roja, tenían la ropa mojada y mostraban cansancio y condiciones físicas que reflejaban que habían pasado varios días en el mar. "Algunos aseguraron no haber comido en dos días", afirmó un miembro de esa organización.
Desde el 1 de enero hasta el 23 marzo han llegado al archipiélago 105 pateras con 3.725 inmigrantes a bordo procedentes de Mauritania. La mayor parte de ellos -unos 2.300, según indica Interior- fueron interceptados o rescatados en el mar por el Servicio Marítimo de la Guardia Civil y por Salvamento Marítimo. La crisis migratoria ha desbordado los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) de las islas, por lo que el Gobierno habilitó dependencias militares en Tenerife y Gran Canaria para poder alojar a los sin papeles.
Además de reactivar el acuerdo de repatriación, España y Mauritania han pactado la creación de patrullas conjuntas para incrementar la vigilancia del litoral desde el que parten la mayoría de las pateras.
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