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Crónica:Automovilismo | Mundial de Rallies
Crónica
Texto informativo con interpretación

Sordo marca el futuro

Loeb gana el Catalunya, y el español, de 22 años, ya es el segundo piloto más joven que sube a un podio

Ganó el francés Sebastien Loeb, pero los elogios y la atención se dirigieron a Dani Sordo, español, de 22 años, que acabó el segundo, a 48,2 segundos, en el Rally Catalunya, la cuarta prueba del Campeonato del Mundo. El cántabro de Torrelavega marcó el futuro con una actuación brillante que no sólo le llevó a ganar su primer tramo, sino que le elevó al primer podio y le sitúa tercero en la clasificación general (14 puntos), por detrás de Loeb (36) y el finlandés Markus Gronholm (27).

"Sí", confesó Sordo traspasar el último control horario ya en Port Aventura; "me siento un poco metido entre los primeros". Le costó decirlo. Casi hubo que arrancarle las palabras porque sigue con la misma humildad y vergüenza que siempre le caracterizaron. Le cuesta verse ahí arriba. Su hazaña, sin embargo, le sitúa por delante de muchos de los pilotos más grandes de la historia.

Sólo Sandro Fiorio (Lancia) consiguió un podio también a los 22 años, con unos meses menos que Sordo, cuando fue segundo en el de Montecarlo de 1988. Pero ni siquiera el doble campeón español, Carlos Sainz, fue tan precoz. El madrileño logró su primer podio rozando los 27 años, en el Mil Lagos (Finlandia), en 1989, en el que fue tercero. El verdadero mérito de Sainz fue que sólo un año más tarde era ya campeón mundial. También Loeb, doble campeón mundial, subió al podio por primera vez a los 27 años, al ser segundo en San Remo en 2001, y Gronholm, igualmente dos veces campeón y tercero en Catalunya, tuvo que esperar hasta los 32 para subirse al cajón: victoria en Suecia en 2000.

"Supongo que Sordo no tardará en ganar carreras", afirmó ayer un Loeb, de 32 años, que se mostró intratable y mantuvo siempre la carrera bajo su control. "Creo que se parece a mí en muchas cosas. Tiene una buena trazada, es un piloto muy fino, es rápido y no comete errores. Está realizando un gran debut".

Tanto Loeb como Sordo corrieron ayer sin presión y protegiéndose de posibles errores. Los problemas en el turbo que había tenido Gronholm (Ford) en la segunda etapa le apearon de la lucha por la victoria y dejaron a los dos hombres de Kronos Citroën con el camino libre en cabeza. Pero Sordo tuvo que esforzarse para mantener la concentración: corrió más lento de lo que el cuerpo le pedía. "Es más difícil ir lento que rápido y, además, el coche va peor", confesó. Si hubiera podido apretar, tal vez habría sido una amenaza para Loeb. "Pero el jefe es el jefe y es intocable", confesó; "estoy contento con el podio. ¿Ganar? Tiempo al tiempo".

Su copiloto, Marc Martí, que estuvo los últimos años con Sainz, fue más claro: "No debemos fijarnos todavía en la victoria. Llegará cuando todo el trabajo esté hecho. Intentarlo antes sería una temeridad. No creo que la victoria llegue este año. Depende de muchas circunstancias. Y la primera es que Loeb no esté en carrera".

Sin embargo, tanto Martí como el ex piloto Antonio Zanini creen que Sordo está quemando etapas a una velocidad de vértigo. "Lo que más destaca en él", asegura Martí, "es su facilidad para aprender y la rapidez con que lo asume todo. Lee muy bien los tramos y la carrera. Su conducción es tranquila, relajada y muy fina", concluye el copiloto. Zanini agrega: "Da la impresión de que lo tiene todo bajo control. Ni en las peores circunstancias pierde la compostura. Si eso ocurre en el coche, es muy positivo porque, si no pierdes el equilibrio, sólo debes fijarte en resolver el problema y no en tranquilizarte".

Zanini cree a ciegas en Sordo y está convencido de que es un ganador. "Cuando vino a Andorra a probar en el campeonato de hielo, se subió al coche por primera vez y tuvo problemas, pero ganó todas las mangas", explica; "en cambio, Xevi Pons [segundo piloto oficial de Kronos, que sufrió un accidente el sábado- afrontó también la novedad y superó los problemas, pero no ganó. Ésta es la diferencia entre estos dos buenos pilotos".

Daniel Sordo, con su Citroën, en un momento de la carrera.
Daniel Sordo, con su Citroën, en un momento de la carrera.REUTERS

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