Cuidado, ¡que viene el jefe!
Un botón permite ocultar 'distracciones' en la oficina
EN LA PÁGINA de inicio de la agencia de viajes en línea Lastminute, a la derecha y al lado de un icono muy visible, puede leerse Pssst, ¡que viene el jefe! Se trata de una aplicación informática cada vez más popular y que los norteamericanos llaman boss button, el botón del jefe.
Está pensado para que el jefe no advierta que el empleado dedica parte de su tiempo a entretenimientos particulares y usa el ordenador corporativo para su recreo o consultas de consumo. Cuando se acerca el jefe o cuando se quiere simular ante un compañero una total abnegación laboral, se pulsa el botón y automáticamente se despliega, por ejemplo, una página de Excel con sesudos gráficos y columnas de cifras que, al mismo tiempo, ocultan el juego o la página web que en aquel momento se estaba empleando.
El 'botón del jefe' es una aplicación que permite al oficinista que está usando el ordenador de la empresa para su recreo ocultar su actividad cuando alguien se acerca
La CBS ha incorporado este botón en sus retransmisiones por Internet de una liga de baloncesto cuyos partidos coinciden con el horario laboral
En Internet, además de los sitios que lo ofrecen como un servicio complementario para ayudar al cliente a una navegación en horario laboral sin "pánico", también hay sitios donde el navegante poco laborioso puede descargarse gratuitamente un boss button. Las explicaciones que se ofrecen sobre su razón de ser son muy claritas: "Usted, como tantos otros empleados, no tiene otro remedio, para aliviar el tedio del trabajo cotidiano, que navegar por Internet cuando el jefe no está observando. Pero como muchos trabajadores despedidos pueden testimoniar, navegar durante la jornada laboral es peligroso". El botón, pues, es una opción de camuflaje. Algunos minijuegos de ordenador también lo llevan de fábrica.
Estos días, la prensa norteamericana ha recordado la existencia del boss button por un hecho relevante. La cadena de televisión CBS lo ha incorporado en sus emisiones por Internet de la competición universitaria de baloncesto (March Madness), enormemente popular en EE UU.
La CBS, propietaria de los derechos de televisión de esta competición, se encontraba con el problema de que los horarios de los partidos coinciden con los de oficina. Para no perder audiencia de cuello blanco, además de ofrecer los encuentros a través de sus emisoras locales, los ofrece en directo a través de Internet. Con una segunda ventaja: en Internet, previo registro, el navegante puede seguir un partido que no le ofrece su emisora local. Dos millones de internautas siguieron por este conducto el primer día de la liga universitaria.
El empleado que está atento al partido desde el ordenador de la oficina pulsa el botón cuando el peligro acecha y se despliega una página Excel. Algunos analistas se atreven a vaticinar que el seguimiento por Internet de esta competición puede suponer cuatro millones de dólares de pérdidas para las empresas. El problema no es sólo una merma de productividad, sino la ocupación de ancho de banda de la empresa para este menester lúdico. En el sitio de la CBS se explica cautelarmente que "muchas empresas quieren prohibir el acceso al March Madness. Somos sensibles a los empresarios y administradores de redes preocupados por permitir el acceso a este popular producto. Por ello, los administradores pueden bloquear todo el tráfico procedente de este sitio".
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