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Reportaje:Motociclismo | Comienza el Mundial con el Gran Premio de España

Las Ducati eclipsan a Pedrosa y Rossi

Capirossi, que saldrá primero, y Gibernau, segundo, se imponen en la calificación a los dos grandes favoritos

Oriol Puigdemont

Huérfanos del protagonismo que durante la pretemporada se han repartido Dani Pedrosa y Valentino Rossi, los otros pilotos de MotoGP eligieron el día en que se configuró la primera parrilla del año para reivindicarse, al tiempo que los dos actores principales de la película que hoy comienza a proyectarse en Jerez pasaron a ser secundarios.

Será Loris Capirossi, el compañero italiano de Sete Gibernau en la escudería Ducati, quien saldrá sin tráfico delante cuando el rojo de los semáforos se torne verde hoy en un circuito andaluz, que se prevé lleno hasta la bandera. Desde la carrera que se disputó en este mismo circuito el año 2003, no aparecían las dos motos rojas en lo más adelantado de la parrilla del domingo.

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En el flanco derecho de Gibernau, el japonés Shinja Nakano completará una primera línea de parrilla en la que no hay rastro de las motos Honda, del mismo modo que ninguna de las dos marcas presentes en primer término calza neumáticos Michelin. Si bien era ya por todos conocido el alto rendimiento que ofrecieron los neumáticos Bridgestone en los entrenamientos que se realizaron aquí hace sólo un par de semanas (Capirosso y Gibernau lograron los dos mejores registros), el potencial de Michelin podía hacer prever una reacción de la marca gala. Al parecer esta reacción no ha llegado.

Si Pedrosa, que fue sexto, y su equipo pecaron ayer de inexperiencia en la vorágine de la clasificatoria, peor aún le fueron las cosas a Valentino Rossi, el corredor que más veces se ha coronado vencedor en la cita jerezana (seis). El siete veces campeón del mundo ha salido victorioso del circuito andaluz consecutivamente desde la temporada 2001, aunque difícil lo tendrá hoy tras la infinidad de problemas que, con caída incluida, acusó en los ensayos de ayer. Rossi partirá hoy noveno, cerrando la tercera línea de la parrilla. Si bien el piloto italiano, de 27 años, parecía haber superado ayer los problemas con las vibraciones que su Yamaha padece en este circuito, las altas temperaturas que se registraron ayer en el sur de Andalucía resucitaron el tembleque que impide exigir el máximo a su Yamaha M1 cuando, inclinada al máximo, la rodilla del piloto roza el suelo en los virajes. Es en realidad el famoso chattering que tantas veces esgrimió Max Biaggi, ahora sin moto, como la principal causa de sus problemas. Consciente de ello, mucho se guarda Rossi de referirse a ello de la misma forma en que lo hacía su acérrimo rival.

"A mitad del entrenamiento han comenzado a colocar neumáticos de calificación", declaró Pedrosa, entre escéptico y resignado. "Habíamos planeado la sesión, pero cuando han comenzado a cambiar los tiempos en la pantalla, los nervios también han aparecido en el box. Aún no tenemos experiencia suficiente con las estrategias de calificación", explicó el piloto, de 20 años, que reconoció su cautela cuando se encontró con el polvo de cemento que los comisarios esparcieron por la pista tras la rotura de motor del alemán Hofman. "Es complicado porque, cuando llega el momento decisivo de montar los neumáticos blandos, debes salir y hacerlo bien a la primera", expuso el piloto español, refiriéndose al extremo nivel de degradación que este tipo de gomas experimentan tras realizar dos giros.

Si para el recién llegado Pedrosa todo supone novedad en la categoría, algo parecido le ocurre a Sete Gibernau. O, al menos, eso es lo que el barcelonés no se harta de proclamar a las primeras de cambio. La singularidad de las motos Ducati, con un esqueleto tubular y calzadas con neumáticos Bridgestone, esconde más sorpresas que las monturas japonesas, mucho más dóciles y previsibles en cuanto a su comportamiento. Pero si se atiende a lo que ayer exhibió el nieto de Paco Bulto en el asfalto de Jerez, su adaptación a la moto de Bolonia se puede dar por hecha en breve. "Aún destino demasiada energía a luchar con la Ducati", explicó cauteloso el corredor barcelonés. Y aclaró: "Cuando estoy solo en la pista, no hay problema, porque me centro en mi trazada. Pero cuando aparece alguien o debo adelantar, comienzo a sufrir mucho porque la moto reclama aún toda mi atención. Pierdo demasiado tiempo".

Puede que ni Pedrosa necesite tanta experiencia como dice, ni Rossi tenga tantos problemas como parece, ni Gibernau deba aprender de cero las reacciones de la moto pero, en cualquier caso, ellos, junto a Capirossi, parecen los principales actores de la primera película del año.

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