Moyà da una lección a Nadal

Carlos Moyà frenó a Rafa Nadal en el duelo de mallorquines en Miami. Cuando nadie daba casi nada por el veterano, sacó a relucir su experiencia y se recuperó de un primer set cedido claramente, 6-2, para ganar los dos siguientes, 6-1 y 6-1. Toda una lección. Manejó su derecha con enorme potencia y fue poco a poco machacando el revés de su paisano. "Ha jugado mejor, simplemente", comentó Nadal. "Tengo que mejorar mi forma física, sobre todo. Estoy jodido por haber perdido este partido, pero si hubiera tenido que firmar estar en la posición que estoy, la misma del año pasado, lo habría hecho. Ahora, debo preparar la tierra batida, que empezaré en Montecarlo y espero estar bien para Roland Garros". Moyà, que jugará ahora en la tercera ronda con el argentino Agustín Calleri, se tomó así la revancha de su derrota en Montreal, otro Masters Series, el año pasado.

Cuando nadie daba nada por Moyà, que perdió 6-2 el primer set, se rehizo y logró un doble 6-1

Nadal estuvo por encima de Moyà en los inicios del partido, pero éste también se mostró magnífico por momentos, como si tuviera cartas guardadas. La batalla podía ser larga y cerrada. Los primeros errores fueron de Carlos y los puntos tras largos peloteos, de Rafa. El panorama parecía cada vez más favorable a quien lleva el futuro en su juego, pero todo iba a cambiar. Aunque no lo quiso usar como excusa, Nadal recordó después de la derrota los tres meses y medio que ha estado lesionado antes de comenzar la temporada e incluso el esguince en el tobillo derecho sufrido en el pasado torneo de Indian Wells, y que aún le afecta. Aun así, fue sintomático que el número dos del mundo rompiera el servicio ya en el primer juego al 35. Lo volvería a hacer en el quinto y en el séptimo, donde ya fue decisivo, pues Moyà sólo evidenció su experiencia al recuperar la primera rotura en el cuarto. Nadal se llevó la manga en apenas media hora. Pero faltaba algo, como si el partido fuera un poco más blando de lo esperado. El rumbo iba a cambiar radicalmente.

"Sí, empecé a pegar más fuerte en el segundo set", dijo Moyà. "Yo no había estado demasiado bien en el primero", reconoció, "pero él tampoco". Y ya fue clave el primer juego. Nadal no logró ganarlo, lo rozó y se marchó del partido. Perdió su servicio a continuación y el 3-0 con que se puso Moyà fue ya decisivo. Aunque Nadal ganó con su saque el cuarto juego, cedió los tres siguientes casi como un regalo. La táctica de Carlos de machacar el revés de Rafa empezaba a dar resultados. Empataba el partido y encaraba el tercer y definitivo set en racha. En otra media hora.

Nadal ganó los dos primeros peloteos largos, como al principio, pero fueron ya los últimos. Incluso una doble falta de saque evidenció que se diluía. Moyà no sólo le forzó otros dos fallos, sino que le acabó rompiendo el servicio con otro globo espectacular. Nadal sólo ganaría ya su siguiente servicio. Moyà se puso con un 3-1 que anunciaba el desastre, aunque aún cabía una reacción de Nadal. Pero no la hubo. Se llenó de errores no forzados y superado con derechas y reveses cruzados, pillado a contrapié, justo lo que él había hecho con su rival en el primer set. Con 15-40 en el marcador en el quinto juego, a punto de perder por segunda vez el servicio, Nadal salvó un durísimo cambio de golpes, pero no pudo con el segundo. Fue su sentencia. Moyà se puso 4-1 y ganó su siguiente saque con una solidez absoluta. Nadal ni siquiera ganó su último saque. Empezó con otra doble falta, desquiciado, y Moya desperdició dos bolas de partido, pero no la tercera, que acabó ganando con otro globo de lujo. Tiene otra oportunidad en la élite.