Londres mantiene por encima del 2% la previsión de crecimiento para este año

El ministro británico del Tesoro, Gordon Brown, mantuvo ayer una previsión de crecimiento de entre el 2% y el 2,5% para el ejercicio fiscal de 2006, que en el Reino Unido empieza el 1 de abril. Brown pronosticó un crecimiento de entre el 2,75% y el 3,25% para el bienio 2007-2008.

Aunque algunos analistas siguen pensando que las estimaciones del canciller del Exchequer son demasiado optimistas, se quedan muy lejos del 3,5% que había pronosticado hace un año y que ya rebajó en el tradicional ajuste presupuestario del pasado otoño. Las previsiones de crecimiento de la producción industrial se sitúan entre el 5% y el 5,5% este año y del 4,25% al 5,25% en los dos años siguientes. La inflación prevista es del 2%, dentro de los objetivos.

La de ayer fue la décima y quizás última presentación del presupuesto realizada por Brown, que podría suceder a Tony Blair como primer ministro si se acentúa la actual debilidad política del líder del laborismo.

El ministro del Tesoro presentó un presupuesto con pocas sorpresas, calificado de neutral por muchos analistas. No hubo aumentos fiscales destacados a pesar de la desaceleración del crecimiento y tampoco ajustes espectaculares de las emisiones de deuda pública, una solución a la que Brown recurrió abiertamente en el pasado para mantener los elevados niveles de gasto público que necesita soportar el país para reformar sus obsoletos servicios públicos.

Con todo, las emisiones de deuda pública alcanzarán los 53.500 millones de euros este año y 52.000 el próximo, para caer a 43.400 millones en 2008 y 36.000 millones en 2009. El Gobierno espera privatizar activos por valor de 43.400 millones de euros en los próximos cuatro años. Serán operaciones como la venta de su participación en British Energy y en la compañía energética Westinghouse.

Entre la habitual pedrea de medidas fiscales destacan el aumento del mínimo exento de pago del impuesto de sucesiones: de los actuales 400.000 euros a 470.000; la expansión de las ayudas a Investigación y Desarrollo, que ahora se reservan a las empresas de hasta 250 trabajadores y que a partir de ahora beneficiarán a las de menos de 500 empleados; una nueva fiscalidad del automóvil que elimina el impuesto de circulación para los vehículos de bajas emisiones y lo incrementa para los más contaminantes; o la creación de un fondo de 290 millones para deportistas de élite con vistas a los Juegos Olímpicos de Londres en 2012.