"Un jugador táctico es tan importante como uno técnico"
Albert Celades (Barcelona, 1975) fue una apuesta personal del técnico del Zaragoza, Víctor Muñoz. Por eso extrañó que durante los dos primeros meses apenas tuviera minutos. Movilla ocupaba su parcela y la afición runruneaba con inquietud. Con el tiempo, sin embargo, el volante que formó parte de la Quinta del Mini en el Barça de Johan Cruyff y jugó después en el Celta, el Madrid y el Girondins de Burdeos, se ha impuesto como el ingeniero tapado del equipo.
Pregunta. ¿Cómo explica la loca eliminatoria de Copa que vivieron contra el Madrid: 6-1 y 0-4?
Respuesta. En el primer partido, en La Romareda, aprovechamos la velocidad de nuestros delanteros y nos salió todo de cara. No dejamos jugar al Madrid. En el de vuelta, ellos consiguieron crear un gran ambiente en el Bernabéu y nos encontramos con tres goles en contra en diez minutos. ¡Ni siquiera habíamos tocado la pelota! A pesar de haber jugado allí cuatro años, me costaba creer lo que estaba pasando.
P. ¿Pueden repetir el 6-1?
R. Creo que es prácticamente imposible. Cualquiera de los dos resultados es excesivo. Además, la Liga nada tiene que ver con la Copa, en la que los goles valen doble y tienen mucha más importancia.
P. Guti está sancionado.
R. Mejor, porque es uno de los futbolistas más talentosos que he visto en mi vida. Supongo que el mediocentro lo ocupará Gravesen. Para mí, es un futbolista defensivo que ofrece mucho rendimiento.
P. Usted se crió en el Barça y estuvo cuatro años en el Madrid ¿Cuál es la diferencia entre ambos?
R. Ahora, el Barça tiene un esquema muy definido, del que carece el Madrid. Creo que el Barça ha dado en la tecla porque el estilo de Rijkaard es la filosofía del club: ofensivo, atractivo y de toque.
P. Milla, Guardiola, Celades, Xavi... ¿Fue el cuatro un legado de Johan Cruyff en el Barça?
R. Yo me tuve que acoplar a esa posición, ya que antes era un ocho. No sé si soy un producto de Cruyff, pero sí que es el que más me ha marcado porque me enseñó a jugar.
P. Cruyff sostiene que lo mejor es jugar al primer toque.
R. Cuanto más rápido se mueve la pelota, más daño haces al rival. Pero jugar al primer toque es complicado. Lo difícil del fútbol es hacerlo fácil. Pero no siempre es así, ya que la situación en el campo manda. Por eso creo que un jugador táctico es tan importante como uno técnico.
P. Pero la grada no suele apreciar esa cualidad, ¿no?
R. Es una posición desagradecida. La gente piensa que debería irme más arriba o no está de acuerdo con que guarde la posición. Pero los que saben de fútbol y los compañeros te lo agradecen.
P. ¿No le tienta hacer una bicicleta para recibir aplausos?
R. Claro que a veces te gustaría hacer según qué cosas. Pero para eso también hay que saber. Las florituras, para los delanteros. No las puedo hacer en mi zona porque expongo al equipo y regalo una jugada de peligro al contrario.
P. Parece que los dos medios centro son una imposición.
R. Desde que me fui del Barça, siempre he jugado así. Lo hice en el Celta, en el Burdeos, prácticamente en el Madrid... Uno acaba habituándose. Quizá con un pivote, la posición es mucho más defensiva. Con dos, siempre te puedes descolgar en el ataque.
P. ¿Su misión en el Zaragoza?
R. Hay veces que lo mejor es abrir a las bandas; otras, mantener la pelota, y muchas, mirar a los de arriba. Si la pelota es para Ewerthon, es mejor tirársela en profundidad. Si es para Diego Milito, al pie. Lo importante es que todos debemos explotar nuestras virtudes y esconder nuestros defectos.
P. ¿Echa de menos jugar en un club grande?
R. Lo que echo de menos es la Champions, entrenarme con los mejores del mundo o enfrentarme a equipos del más alto nivel. En el Madrid fue bonito mientras duró, pero en el Zaragoza juego.
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