Cierra el centro de Cáritas para inmigrantes 'sin techo'

El centro de Cáritas Diocesana de Valencia Casa Belén, que abrió de forma temporal el pasado mes de enero para atender a los inmigrantes del antiguo cauce del río Turia, cerrará a finales de marzo tras haber dispensado más de 2.500 cenas, según el Arzobispado de Valencia. La entidad, que "ha logrado los objetivos propuestos superando incluso las previsiones más optimistas", busca un nuevo emplazamiento para continuar con el proyecto durante todo el año, según Sebastián Alós, delegado episcopal de Cáritas Diocesana.

Casa Belén ha repartido más de 1.600 bocadillos y más de mil litros de leche y ha ofrecido a lo largo de tres meses servicio de duchas y lavadoras a cientos de inmigrantes, según Alós. Ahora, se pretende que este recurso que se creó para dar respuesta a una emergencia, "sea en un futuro próximo un proyecto con acciones permanentes durante todo el año".

El centro que sigue abierto es el del antiguo Ateneo de Russafa, en Valencia, que alberga a unos 70 inmigrantes, aunque algunas entidades han denunciado que no cumple los mínimos requisitos de salubridad. Desde CC OO, Luis Poveda, reclamó ayer a la Administración que ponga en marcha un centro de acogida estable para dar respuesta a las necesidades de los inmigrantes, de forma que coordinado con viviendas tuteladas, no haya que improvisar alojamientos como este año.