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Reportaje:

EVA y EBITDA contra los 'cortoplacistas'

Nuevos modelos de valoración de las empresas para aplicar a las retribuciones

La vinculación entre las retribuciones de los directivos y el valor de las empresas ha llevado a situaciones complejas en algunas ocasiones por tratarse de un arma de doble filo. Y no sólo en las empresas cotizadas, propicias a especulaciones bursátiles y calentamientos de todo tipo. La capacidad de los directivos "cortoplacistas" de influir en los resultados inmediatos ha provocado en muchas ocasiones una gestión encaminada a ofrecer las mejores cifras para beneficiarse de las mismas. Para defenderse de ello y evitar riesgos futuros las empresas han buscado nuevos instrumentos de medida menos sensibles a la especulación y a las decisiones de sus directivos.

EBITDA y EVA son dos de los más generalizados por estar al margen de la "ingeniería contable" y centrarse en los resultados más básicos de ingresos y gastos que reflejan la actividad ordinaria de la compañía. El primero mide los resultados antes de impuestos, intereses y amortizaciones; algo parecido al Valor Económico Añadido (Economic Value Added, EVA), patentado por Stern Stewart, con el que se fijan unos valores que se restan del beneficio operativo para fijar el verdadero resultado económico generado por la empresa.

La capacidad de los directivos 'cortoplacistas" provoca una gestión encaminada a ofrecer las mejores cifras para beneficiarse de las mismas

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