Con el tirón de la UE

La República Checa ha elevado su PIB un 6% durante 2005, una de las tasas más altas de las últimas dos décadas. Este ciclo de crecimiento ha coincidido con la entrada del país a la UE y con el alza de las exportaciones y la inversión extranjera, actuales pilares de la economía checa. El desafío es aumentar el consumo interno e implementar reformas laborales y fiscales.

Los analistas advierten que el modelo de crecimiento checo basado en el comercio exterior podría ralentizarse a medio plazo

El país europeo ha crecido un 6% durante 2005, tras un pasado cuarto trimestre que se ha anotado un alza del 6,9% del PIB

El país europeo ha crecido un 6% durante 2005, tras un cuarto trimestre con un alza en el PIB del 6,9%. Estos datos que se suman al 4,4% registrado en 2004, constituyen los mejores registros en más de dos décadas. La República Checa se ha convertido en una de las economías más dinámicas de Europa, gracias al dinamismo de sus exportaciones y a la masiva entrada de capitales extranjeros.

Durante el pasado curso, las exportaciones crecieron un 12,6%, el doble que las importaciones durante este mismo año. Desde su ingreso en la UE en 2004, los envíos checos al exterior han experimentado un explosivo crecimiento. Del 7,5% de alza registrado en 2003, se pasó a un 21,9% en 2004. Las previsiones oficiales indican que durante los próximos dos ejercicios se deberían seguir registrando tasas de dos dígitos, gracias a una política cambiaria que continuará siendo favorable.

Política cambiaria

Europa occidental se ha potenciado como el principal destino de las exportaciones checas. En estos momentos, más del 80% de los envíos se dirigen a la UE, lo que también ha generado un desembarco masivo de inversores europeos en el país. Según los datos de la UNCTAD, desde 2000 hasta 2004, se han duplicado los flujos de capital extranjero directo (FDI) hasta los 4.463 millones de dólares, principalmente gracias a empresas provenientes de la UE.

Estas inversiones se han beneficiado gracias a las favorables condiciones tributarias y los menores costes laborales -mucho menores que en la UE- que existen para establecer empresas en la República Checa. Esto ha favorecido a compañías como el fabricante de coches Skoda y a Hyundai, que ha anunciado la construcción de una nueva planta en el país. Las privatizaciones de Cesky Telecom y Unipetrol han sido fundamentales para tirar la de la inversión extranjera.

Otro de los avances que se ha registrado en los últimos años ha sido la reducción del déficit fiscal, gracias a una efectiva racionalización de la Administración central. El año pasado, el déficit llegó al 2,1% del PIB, un tercio del desequilibrio registrado hace dos cursos, cuando alcanzó el 6,9% del PIB. En cuanto a la deuda total, los resultados no han sido del todo alentadores. En 2004 llegó hasta el 30,2% del PIB, 13 puntos más que el 17,2% de 2000.

Consumo interno

Frente a este dinamismo, los analistas advierten que el modelo de crecimiento basado en el comercio exterior podría ralentizarse en el mediano plazo. Coinciden en que el Gobierno debe hacer los ajustes necesarios para impulsar el consumo interno, pilar de cualquier economía que aspira a ser desarrollada. Los últimos datos señalan que la demanda doméstica final sólo ha crecido un 0,8% en 2005. El mercado local se ha visto perjudicado por el bajo poder adquisitivo, un desempleo del 10% y la baja inversión pública que cayó un 0,5% el curso pasado.

Las recomendaciones de los expertos apuntan a realizar mayores esfuerzos para atraer inversión extranjera, mejorar la eficiencia del mercado laboral. En el ámbito fiscal se reconocen los esfuerzos para lograr la convergencia con sus socios europeos, pero se hace necesaria una reforma a los servicios sociales, para disminuir riesgos financieros a mediano plazo.