La ocupación hotelera bajó 8 puntos en Alicante este invierno
Los propietarios de los hoteles están viviendo su peor invierno en cuanto a ocupación. La competencia aumenta y el turismo residencial también empieza a restar clientes. Según los datos de Hosbec, la patronal del sector que aglutina información referente a 50.000 plazas de más de 200 empresas de la zona de Benidorm, el mes de enero se cerró con una ocupación media del 61,6%, lo que significa 8,7 puntos menos que el 70,3% obtenido el año anterior. En febrero el descenso ha sido de 8,4 puntos, al pasar de un 74,7% a 66,3%. "Es cierto, alcanzamos menos ocupación", reconoce Pere Joan Devesa, presidente de Hosbec, "pero no debemos olvidar que bajamos respecto a unos resultados excelentes, con una media anual de un 80%", agrega.
Los empresarios se muestran cautos y preocupados ante esta tendencia, aunque no estiman que haya motivos para la "alarma". "Confiamos en recuperar mercado, para eso es preciso trabajar juntos en la misma dirección", dice Devesa, que anima a la Administración a aumentar su política de promoción, y a los empresarios a mejorar su producto y los servicios que ofrecen.
La Asociación Provincial de Hoteles de Alicante (APHA), que reúne a 73 hoteles de la provincia con una capacidad de 12.000 plazas, también ha empezado a notar ese descenso. En febrero de 2006 la ocupación media fue del 59% y este año ha descendido al 43,6%, 16 puntos menos. Sin embargo, en enero aumentó del 43% del año pasado al 49%, seis puntos de diferencia. "Más que el descenso de la ocupación, que veremos si se confirma, los empresarios están sacrificando rentabilidad para mantener similares niveles de ocupación", explica Vicente Marhuenda, presidente de estos hoteleros, que reconoce que este año se han visto obligados a congelar los precios para intentar llenar habitaciones durante los meses de invierno. Algunos establecimientos hosteleros han cerrado plantas para acometer reformas y obras aprovechando la escasa demanda.
Tomás Mazón, profesor de Sociología del Turismo en la Universidad de Alicante, analiza estos datos y estima que el turismo residencial tiene "mucho que ver". Según un estudio realizado entre 1.000 turistas residentes, el 74% conocía la Costa Blanca como turista, es decir, primero vienen de visita y luego se afincan, "con lo que al final hay menos clientes para los hoteles". También se detectó que el 11% de los entrevistados vive en Alicante largas temporadas en alquiler, "con lo cual también sustraen cuota de mercado a los hoteles, y un 3% acudía a casas de amigos", comenta Mazón. También la experiencia como turistas les hace conocedores del destino y de la posibilidad de alquilar apartamentos a bajo precio en estas épocas. "Nos preocupa la utilización de la segunda vivienda como residencia turística no declarada", reconoce Devesa, quien exige igualdad de trato para los establecimientos.
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