_
_
_
_
_
Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Totalitarismos: visiones corales

Antonio Elorza

Conocemos ya con gran precisión los episodios que llevaron a la Segunda Guerra Mundial, el despliegue descomunal de violencia y barbarie desatados, singularmente en los dos contendientes totalitarios, tres con Japón, y las trayectorias individuales de muchas víctimas de aquellos que lograron sobrevivir. Lo que los dos libros comentados nos ofrecen es un nivel más profundo de investigación: el individuo es sustituido por un coro de participantes de los procesos de destrucción, y a partir de sus retratos y de sus comportamientos resulta posible adentrarse en los elementos de irracionalidad o de racionalización que subyacían a las respectivas políticas de exterminio del otro.

Hasta aquí llega el denomi

SIN INVENTAR NADA. El polvo anónimo del Gulag

Lev E. Razgón

Traducción de V. Gallego

Alba. Barcelona, 2006

477 páginas. 26,50 euros

LA UTOPÍA NAZI. Cómo Hitler compró a los alemanes

Götz Aly

Traducción de J. Madariaga

Crítica. Barcelona, 2006

453 páginas. 23,95 euros

nador común. El libro de Aly culmina un trabajo de investigación sobre un aspecto fundamental, pero hasta ahora menospreciado de la guerra, más allá de los combates y de los recuentos de víctimas. Se trata de conocer de qué modo estuvo organizada la explotación de los países ocupados por la Gran Alemania, cómo tuvo lugar la apropiación sistemática de los bienes de las víctimas y cuáles fueron los beneficios fundamentalmente económicos que por cauces oficiales o personales obtuvo el pueblo alemán de esa depredación organizada. Los alemanes pudieron así disfrutar hasta el final de la aplicación del principio nazi de su superioridad sobre otros pueblos. Por la captación de materias primas y otros recursos económicos y por la abundancia de bienes que los soldados ocupantes envían a sus familias. Los documentos oficiales se unen a las cartas y reseñas de envíos y a las informaciones de supervivientes del periodo para confirmar esta imagen. Para Aly, todo ello respondía a la lógica de un sistema populista que para cumplir sus promesas de bienestar requería la guerra y el expolio de otros países.

Fue una aplicación implacable del criterio de elección racional a un proyecto irracional. Algo bien diferente del panorama que presenta Razgón en su libro sobre el Gulag, más que vivido, examinado por él desde su interior. Hitler suponía fusión del Walhalla y de Krupp. El Gulag estaliniano respondía al patrón de Iván el Terrible, desarrollado al servicio del proyecto de destrucción de los enemigos interiores que apuntara Lenin. La propia peripecia del autor, próximo a dos dirigentes represores a su vez ejecutados, desde 1938 a 1955, con su sucesión de encarcelamientos, estancias en campos y liberaciones transitorias, no responde siquiera a un criterio racional de represión. Como en tiempos del zar Iván, basta un par de denuncias provenientes de personas cercanas, realizadas tal vez para salvar la propia piel, y un individuo cae al abismo. Lev E. Razgón lo explica: resulta del todo inútil buscarle una lógica al funcionamiento del Gulag; la única lógica a encontrar consiste en dar con el camino para prolongar la propia supervivencia. Sin inventar nada es un libro magníficamente escrito, en cuyas páginas vamos asistiendo al desfile de los destruidos que va conociendo, desde el antiguo militar zarista al hijo del socialista austriaco Julius Deutsch, quien entre tanto lucha en España por defender la República. Curioso el episodio de los juanes, los niños de Moscú españoles que al caer juntos en el campo, ya en los años cincuenta, ofrecen una excepcional resistencia al sistema, saliendo victoriosos.

Una última referencia a las

traducciones de los títulos. El original ruso del primero es Nepridumannoie, "lo no inventado", a mi gusto preferible a "sin inventar nada". Un matiz. Peor es el caso del libro de Aly, que en alemán se titula Hitlers Volkstaat. Raub, Rassenkrieg und nationale Sozialismus. Cualquier parecido con el título español es pura coincidencia.

Grupos austriacos de extrema derecha se manifiestan en Viena en 2002.
Grupos austriacos de extrema derecha se manifiestan en Viena en 2002.AP

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_