Todo un pueblo
La confusión se ha adueñado de la tierra de los vascos. Resulta difícil dilucidar qué significa lo del "nuevo escenario político" que nos promete la izquierda abertzale. Resulta difícil entender qué quiere decir "izquierda abertzale". No sale sencillo entender lo del "contexto político y social" que generará "en Euskal Herria" "las condiciones necesarias para iniciar un proceso de superación del conflicto político". ¿Qué querrá decir lo del "proceso de paz", iniciado o por iniciar?, ¿y la paz de los hacederos de guerras, de sus jaleadores, qué será su paz?
Verdaderamente, cuesta mucho aclararse. Más ahora, que Elkarri desaparece en las simas del olvido y engendra otra organización, tras impulsar durante años el barullo conceptual. La reconversión elkarriana recuerda a lo que cuentan en México de los alacranes, que dicen que tras fecundar el macho a la hembra ésta, satisfecha, se lo come (al macho). Vivirá así el nuevo ser. ¿Y qué querrá decir la izquierda abertzale con lo de que hay que "blindar el eventual proceso político que pueda abrirse"?, ¿que los suyos dejarán de hacer el bestia?, ¿que lo podrán seguir haciendo de manera desenvuelta, a su libre albedrío, y que nadie se inmute ni por kaleborrokadas ni por bombas, pintadas, amenazas y extorsiones, pues son cosas que pasan? No sabemos bien qué quieren decir las palabras, es imposible entenderse.
Otrosí: la susodicha izquierda convoca una huelga general, como en los viejos tiempos. Entre otras cosas, para demostrar "la determinación por la paz" que aquí existe, aunque se escape hilazón lógica entre lo uno y lo otro. El asunto tiene miga. Primero, por el despiste que éstos arrastran sobre cómo va el país, que no está para estas chiquilleces. Segundo, porque, visto lo visto, quizás haya que concluir que no hay tanta determinación por la paz (en el significado batasuno) como presumen. Por último: se han dado un estacazo estrepitoso, y como si nada. Cuando, siglos ha, las convocatorias hachebitas constituían paseo triunfal, nos chuleaban con su charlatanería. En justa correspondencia, les tocaba silencio, pero están acostumbrados a que los fiascos les salgan gratis y todavía hay que oírles más. Del éxito huelguístico que imagina su paranoia deducen que "decenas de miles de personas están comprometidas en la resistencia, en la lucha de los presos políticos y en la lucha contra el appartheid". Lo peor de todo es que nos tomen por tontos con discursos revenidos.
Navegamos entre olas de confusión. No las ha aliviado la visita del lehendakari a Chile. Desde aquellas lejanas tierras nos ha llegado su voz. Con la cárcel "no se resuelven cosas" ha dicho, sugiriendo la abolición de todos los presidios, por inútiles. Su opinión ha traído la luz al Gobierno vasco, que se estaba despistando. El domingo decía su portavoz que el juez tendría "sus razones" para llamar a Arnaldo y, tras recibir el mensaje y sin novedades en el frente, afirma que lo del juez es un "sinsentido jurídico y estupidez política". Cambiar de opinión es de sabios. Además, tiene razón el lehendakari, con la cárcel no se resuelven cosas. Tampoco con atentados. Ni con bombas. Ni con delitos. ¿Se resuelven las cosas con la justicia?, ¿la justicia estropea las cosas?, ¿las arregla la intromisión de los políticos en la justicia?, ¿la arnaldocracia? No sé: está todo confuso.
En este estado mental que arrastramos es de agradecer el comunicado que han firmado EA, Batasuna, Aralar, ELA, LAB y toda la peña nacionalista menos el PNV. De verdad tiene interés el documento. Asegura que el conflicto no es entre el Estado español y "un sector social y político" del país. Quiere decir, al parecer, que el problema no es entre el Estado y los nacionalistas vascos. "Es hora" de que "entiendan algo fundamental". Y lo aclaran: el Estado español tiene un conflicto "con todo un pueblo". Esta explicación sella todo su reduccionismo. Existe un pueblo, no el que forman los que viven en el País Vasco, sino sólo los del gusto del nacionalismo. El Pueblo Vasco. Euskal Herria. El pueblo que forman los nacionalistas, "todo un pueblo" con derecho a decidir su futuro. ¿Los vascos no nacionalistas no son parte de ese "Pueblo Vasco" con derechos decisorios? Pues exactamente eso.Se agradece la explicación.
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